Con acento

Soy bueno poniendo acentos. Es poca cosa me podrán decir y es cierto en el sentido de que el mercado laboral y profesional suele ser bastante desentendido con quienes tenemos ese conocimiento o ese don. 

Un tipo que le pega bien a la pelota puede ganar fortunas y otro que sabe la diferencia entre porque, por qué y porqué también puede ganar fortunas pero dedicándose a otra cosa. Por ejemplo, a jugar al fútbol. Pero esa sabiduría no le será recompensada. 

Lo más parecido en el campo rentado que podemos encontrar es el corrector, oficio hoy ya prácticamente en desuso –lamentablemente-, mal pago y el cual yo no ejerzo ni me dejarían ejercer. Porque desconozco muchas reglas ortográficas. Y algunas de las que conozco suelo contravenirlas.