Dos seres queribles

Camino poco, pero cuando lo hago trato de aprovecharlo al máximo. Nada que tenga que ver con lo aeróbico, lo anaeróbico (¿?) o algo relacionado al ejercicio físico.

El provecho que trato de obtener de esta sana práctica está vinculado a la contemplación. Más aún si el lugar por donde transito es un barrio.

El centro de Tandil me está resultando cada vez más ajeno, más globalizado. A tal punto que a veces cuando ando por ahí trato de hacer el esfuerzo de aislarme de las circunstancias y llego a conclusiones del tipo que podría estar caminando por el centro de cualquier otra ciudad: locales parecidos, vidrieras parecidas, mismas marcas... Tandil, La Plata, Río Cuarto o General Pico.