El adiós

Me fijé en el celular porque me pareció escuchar la entrada de un mensaje y no había nada. Simplemente estaba la hora: 00:02. Y debajo, la nueva fecha: 31/10/2023.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email-Es Halloween-, me dije. O mejor dicho, me sorprendí. Nunca le di bolilla a esa celebración; soy de otra época. Es más, no me cae muy simpática, como todo lo que viene impuesto desde allá arriba. Pero evidentemente, me estoy poniendo más tolerante o más comercial. O algo. Y en ese estado de sorpresa y tolerancia para conmigo, me dispuse a completar la faena. Subí a mi habitación, me agaché al lado de la cama y sin levantar la manta (tal cual el acuerdo al que tácitamente arribamos), le dije ´feliz día´ al monstruo de abajo de la cama. A mi monstruo, al que me viene acompañando casi desde que nací. O desde que mis primeros miedos lo dieron a luz.
Esperé que me dijera que no era su día, sino el día de las brujas y ya tenía una respuesta preparada (´cómo se yo que vos no sos una bruja…´). Pero no contestó.