HOY, SÁBADO
La teoría de Enríquez

La casa donde vivo está ubicada en una pendiente. Entre una esquina y la otra debe haber no menos de treinta metros de diferencia. Es muy empinada, de manera que para llegar al extremo más elevado hay que esforzarse. Sobre todo, con viento en contra.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailUna de estas últimas noches, cuando salí a entrar el auto, el viento azotaba con latigazos de llovizna. Me apuré a subirme con los ojos entrecerrados y recién los abrí del todo cuando estuve sentado y aferrado al volante. Fue entonces cuando lo vi: venía subiendo desde la esquina baja.
Era el Fantasma, a quien no veía desde hacía unos cuantos meses.