Llueve en Southampton

Llueve desde la madrugada. No es temporada de lluvia en Southampton, pero llueve fuerte. El cielo es un techo de plomo y las gotas repiquetean con monotonía inglesa sobre el vidrio que comienza a empañarse.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn su sillón de respaldo alto, Juan Manuel de Rosas observa como tantas otras veces, sin ver. Lo que mira no está ahí, detrás de la ventana. El té se enfrió hace rato sobre su taza olvidada. La estufa apenas calienta el cuarto. La humedad le trepa por las piernas como una enredadera lenta e inexorable.
Hace ya casi veinte años que se alejó de otra humedad, más densa, más pantanal, más propia: la del Río de la Plata. Diez desde que no ve a Manuelita. La correspondencia con su hija es escasa. El mundo se ha ido achicando como un campo seco, y ahora sólo queda ese cuarto, la ventana, la lluvia. La humedad que trepa.