Lo difícil

Es entendible: en tiempos de dispositivos, consolas y otros entretenimientos al alcance de la mano de los pibes, es lógico que un álbum de figuritas aparezca cada cuatro años, en oportunidad de los mundiales de fútbol.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailComo padre, bien podría decir por suerte, porque a mis viejos les debo haber hecho perder unos cuantos pesitos todos los años con los paquetes de figuritas. Cuando crecí me olvidé de esos y otros asuntos y no pude decirles que fue plata bien invertida: la felicidad de abrir un paquete de figuritas no tenía precio. Supongo que se habrán dado cuenta.
Por lo demás, me caben las generales de la ley. Pertenezco a la inmensa mayoría de argentinos adultos que jamás pudo completar un álbum. Y ahora que releo esta frase, me pregunto si buena parte de lo que nos pasa no encontrará sus razones en aquella temprana frustración.