Nombres propios

Dicen algunos que detrás de todo gran escritor tiene que haber un gran editor. Otros dicen lo contrario y la mayoría, no dice nada. Lo cierto es que no son pocas las historias de peleas entre escritores y editores, que vienen a ser los que tienen “los pies en la tierra”, de manera tal que la obra de quien escribe se venda. Que es lo que básicamente quieren todos en el mundo de las letras.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEntre otros asuntos, los editores sugieren, discuten o directamente cambian por su cuenta el nombre del libro a editarse. Algo así ocurrió con “Drácula”, cuya primera edición se publicó hace hoy 126 años.
El autor, Abraham (Bram) Stocker, había pensado llamarlo “El no muerto”. A mi gusto, un gran título. Sin embargo, su editor –cuyo nombre desconozco, porque no son tipos de perfil muy alto- decidió cambiarlo cuando estaba a punto de imprimirse. Le puso, sencillamente, “Drácula”.