HOY, VIERNES
Otra manera de pensar

Delante de mí, caminando a paso lento, iba un hombre silbando. Era un tango, estoy seguro, pero no recordé su nombre.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailTuve ganas de pararlo y preguntarle qué estaba silbando. Y felicitarlo, de paso. Pero preferí no interrumpirlo y yo también comencé a caminar despacio.
¿Ya nadie silba o soy yo?