HOY, MARTES
Sobresaltos

Hace unos días me desperté –o casi- con esa sensación extraña de no saber bien nada. Como formateado. O quizás no tanto, pero sí como cuando el sistema operativo necesita de una actualización. Proceso que nunca se sabe cuánto va a durar: diez minutos u hora y media. Un período de tiempo en el que no se puede hacer nada, pero tampoco “apagar el equipo”, como sugiere el mensaje en la computadora. Apagar el equipo sería seguir durmiendo.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEs una sensación que me ocurre de tanto en tanto –como después de una siesta larga- y me genera un desconcierto que no me agrada.
El escritor Hernán Casciari disfruta de esos momentos a los que llama “petit Alzheimer”