Medico neurólogo, consultor, formado en la Universidad de La Plata y luego en el Hospital Privado de la Comunidad, donde hizo su residencia, completando&nbsp; diez años de formación. Finalmente&nbsp; estuvo como jefe de residentes.&nbsp; En la década del ‘ 80 llegó a Tandil puso su consultorio privado y está dedicado a la neurología desde entonces.&nbsp;-¿Por qué eligió como especialidad la neurología?-Me encantó desde que estaba en la facultad. Cuando había que ver anatomía en primer año, la del cerebro me parecía apabullante. No se sabía muy bien para qué era cada cosa, me interesaba conocer&nbsp; los por qué, los sindromes que existían y qué pasaba con la mente, los pensamientos y las emociones ligadas a esos pensamientos. Eso me llevó con el tiempo a ser un neurólogo cognitivo,&nbsp; a interesarme mucho las patologías que alteran la cognición, la socialización, el estrés y la conducta que uno tiene ante ciertas eventualidades. He dado charlas motivacionales en función de todo esto y también sobre prevención y factores de riesgo.-¿Qué es un ACV? ¿Todos lo pueden padecer?-Es un accidente cerebro vascular, se ubica dentro de un grupo de patologías que tienen que ver con la circulación de la sangre al cerebro. Hay dos tipos, los isquémicos y los hemorrágicos. En los primeros, alguna arteria que lleva sangre al cerebro se tapa y no circula más, la obstrucción a esa arteria puede ser porque está enferma, porque el corazón está enfermo y mandó un émbolo, un coágulo de sangre por las arterias, subió por la carótida y llegó hasta donde no pasó más, tapó la arteriaUno puede tener un problema serio neurológico de causa cardíaca con un cerebro sano por ser un cardiópata.&nbsp; Los tipos de cardiopatías son varios: con arritmia o sin ella, arritmias irregulares, esporádicas…La más común de todas es la fibrilación auricular que es la que tiene más chance de mandar émbolos al cerebro, a las piernas, al corazón y al hígado y a otros órganos también.-Habló de dos tipos de ACV-Los otros son los hemorrágicos. Se rompe una arteria o una vena, &nbsp;sale sangre al exterior de ese vaso y se queda dentro del cerebro -del parénquima cerebral- y hace una hemorragia o un hematoma parenquimatoso que puede estar en el (lóbulo) frontal, temporal, parietal u occipital. Hay otro tipo de hemorragias que son las subaracnoideas -están dentro de la cabeza pero fuera del cerebro- sangran el cerebro por fuera y a veces por la base del cráneo y se puede meter por algunas cavidades pero no dañan el parénquima en la circulación de líquido céfalo raquídeo. A veces lo obstruyen y es algo muy serio, se puede morir de una hemorragia subaracnoidea, que son habitualmente los aneurismas.&nbsp;-¿Por qué se puede tener un ACV?-Hace falta tener factores de riesgo. No cualquiera puede hacer uno.-¿Depende de los factores de riesgo?-Claro, si se los tiene pueden hacer un ACV joven y si no los tiene pueden tener una salud vascular impecable hasta los 80, 100 años, con las cosas propias de esa edad y nada más.&nbsp;-¿Cuáles son esos factores?-Están sobre los que se puede trabajar, son modificables y sobre los que uno no puede hacer nada.-¿Un ejemplo de estos últimos?-La edad. A mayor edad, hay más chances de tener ACV por el propio envejecimiento de las arterias, antecedentes familiares de ACV; sin embargo,&nbsp; aunque los padres hayan tenido no significa que lo vaya a tener, pero es una probabilidad. De los factores de riesgo tratables: las cardiopatías, la hipertensión, diabetes, cigarrillo, colesterol, triglicéridos, bebida en exceso, las drogas, la vida sedentaria, la grasa abdominal, no hacer ninguna actividad física, las patologías hemorrágicas, porque su sangre no coagula y es una enfermedad de la sangre y no del cerebro. Y nos quedan el estrés y el Covid.Riesgo doble-¿El estrés es un gran factor de riesgo?-Sí, sobre todo si es crónico. Todos tenemos un poco,&nbsp; puede que algunos lo manejen mejor que otros, que tengan más recursos. Hay estrés cuando las amenazas que vienen del medio ambiente sobrepasan los recursos que se tienen para enfrentarlas. Es un tema de balanza también.&nbsp; Mindfulness como técnica anti estrés por excelencia aumenta los recursos y equilibra las amenazas que vienen del medio ambiente. Está comprobado que si vivís con estrés tu vida es muy distinta., porque el crónico, el de hoy, mañana y siempre,&nbsp; hace que estés con menor atención, concentración, más conectado con las adicciones, fumás más, comés peor, no hacés deporte,&nbsp; porque con tantos problemas&nbsp; no hay tiempo para el deporte.&nbsp; Entonces tu vida no es sana, no tenés vida social, no tomás vacaciones, trabajás y trabajás y eso en definitiva es por culpa del estrés crónico que te lleva a atajar penales a cada momento. En consecuencia “esa mala vida” conectada con los tóxicos -como recién comentaba- y el exceso de peso, las drogas, la automedicación, está comprobado que el estrés es un factor de riesgo doble porque favorece que los demás aumenten. Por eso, el que hace un ACV –en general- es porque tiene factores de riesgo.-¿Hay excepciones?-Sí y tienen que ver con que se puede ser muy sano y tener un ACV. No es común, pero existe. Por ejemplo la ruptura de un aneurisma cerebral o de una mala formación vascular que se trae de nacimiento y que un buen día se rompe y hace una hemorragia dentro de la cabeza. Eso es genético y puede haber alguna herencia, pero no siempre. La genética influye y son cosas que uno no puede prever. No se puede hacer una resonancia cerebral por precaución a cada paciente.-¿Qué drogas pueden favorecerlo?-Los anticonceptivos, por ejemplo. Las mujeres los toman normalmente porque todas lo hacen y no les pasa nada, pero está comprobado que hay predisposición a ciertos problemas: desde las jaquecas crónicas, las cefaleas con aura y otros fenómenos que están conectados con el dolor de cabeza hasta la patología vascular hemorrágica que también la tienen muchos jaquecosos crónicos por abuso de sustancias peligrosas, ergotamina por ejemplo,&nbsp; que contienen algunos medicamentos para el dolor.La postpandemia-Estas patologías se dan en mujeres y varones; ¿quiénes la padecen más?-Un poco más los varones.-¿Existe una teoría?-El varón fuma más, está en contacto con el alcohol –actualmente hay alcohol y cigarrillo en la mujer- pero antes el que fumaba y tomaba era el hombre. El que no come sano,&nbsp; los viajantes, los camioneros. Por ahora seguimos hablando de factores de riesgo.-Hoy refería que se puede tener un ACV a los 20. ¿Se nota que las edades han bajado para sufrirlo, más allá de las cuestiones genéticas?-Un ACV en general como el infarto de&nbsp;miocardio, se da desde los 50 para arriba. Sí se puede tenerlo a los 40, depende de los factores de riesgo. Y a medida que se va avanzando en la edad hay más probabilidades, pero no es una chance segura. Se puede llegar a los 90 sin problemas, como señalábamos hoy, sin más que los achaques de la edad, ni siquiera presión alta.&nbsp;-¿Cómo llega el paciente al consultorio?-Muchas veces se escucha decir “yo a los médicos no voy. Ahora me mandaron… me dijeron que si no vengo…” Pasa eso.&nbsp;-¿Será porque si el cerebro está comprometido da un poco de “miedito”?-Lógicamente no es lo mismo el dolor de cabeza que el de rodilla. La cabeza es más delicada y da miedo no tener control de uno mismo por tener algo en el cerebro. Pasa con otras patologías como el Alzheimar y el Parkinson que se necesita ayuda, por ejemplo,&nbsp; para ir al baño.-En su consultorio ha notado un aumento de ACV?-No.-Se ve como una buena noticia, ya que se dice que después de la pandemia,&nbsp; del encierro, aumentaron los casos de trastornos de ansiedad, por ejemplo.-Respecto al aumento, quiero dejarle en claro &nbsp;que&nbsp;solamente trabajo en el consultorio, no voy a un hospital. Y el que tiene un ACV va allí y tal vez sea un paciente mío pero yo no lo veo. Me entero a los seis meses porque viene a controlarse de un ACV que tuvo y yo no estaba enterado. La pandemia me ha generado un montón de otros pacientes que pasan por trastornos del sueño, depresión, angustia, miedo a enfermarse, pánico, cuestiones de conducta.-¿Los trastornos del sueño se curan?-Son tremendamente comunes que las sufren muchos más que antes de la pandemia. Ha bajado un tanto pero cuando estábamos encerrados y con un miedo terrible a enfermarnos y veíamos que se nos morían los familiares y los amigos y no veíamos a nuestra gente querida, no nos podíamos abrazar, tocar ni besar porque nos contagiábamos, hubo una modificación conductual muy importante: estrés,&nbsp; nervios,&nbsp;ansiedad. El tratamiento va a depender de cuál sea la causa. A veces es un síntoma de alguna patología. Hay que buscar el origen. Pero si la persona siempre durmió bien y desde el Covid tiene el problema hay que enfocar en el tratamiento de esos síntomas que le han generado el problema. Y se corrige como los miedos a volar o tomar un ascensor. Hay que hacer una reeducación conductual y demostrarle al paciente que ahora se puede manejar de otra manera con su vida. Enseñarle a manejar a la mente.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2022/11/daniel_lopez.JPG" alt="daniel lopez - 1"></figure>-¡Qué difícil!-Mindfulness, para que la mente no te maneja a vos. Producimos pensamientos todo el tiempo, muchos de los cuales son ruido-basura.&nbsp;Un mundo de oportunidades-Se dice que mucha gente se preocupa por cosas que nunca van a suceder y sufre de tan solo pensarlo.-Eso es cuando se piensa en el futuro. Cuando se piensa en el pasado, la mente espontáneamente va para situaciones donde se la pasó mal. No donde la pasó bien. Y vuelve a sufrir, no con la misma intensidad, pero la hormona del estrés, el cortisol, endorfinas, el sistema nervioso simpático está de vuelta para arriba y no tiene sentido.&nbsp;-¿Y cómo se soluciona?-Con la mente en el aquí y ahora. El futuro es incierto.&nbsp; Sí,&nbsp;puede que la persona piense que lo van a despedir del trabajo y empieza a andar a mil la cabeza con cualquier noticia negativa. Hipertrofia lo que pasa. Lo magnifica. A veces pasa lo que temía que pasaría&nbsp; pero no tan así ¿tiene sentido sufrir diez veces más por algo que no viene? No se puede sufrir como si fuera a explotar una bomba atómica cuando en realidad se trata de tres petardos.Hay que aprender a manejar la mente para que no te maneje a vos. El simpático retuerce las entrañas, libera endorfinas… baja las defensa y es puerta de entrada para el Covid,&nbsp; herpes, una embología o cualquier otra patología que ande dando vuelta.-Convengamos que en este país se vive con mucho estrés.-Sí pero&nbsp; el argentino es muy resiliente. Incluso si viene algo negativo ¿no te has levantado? Si algo sucede y modifica tu vida sos capaz de recuperarte. Incluso estás después mejor que antes porque ya tenés la experiencia de lo que te pasó y eso te da ventaja. Hay que explicarle a la gente que ante una situación negativa al analizarla tiempo después,&nbsp; te das cuenta que sufriste demasiado, que no era para tanto. Y a veces decís: lo que pasó fue terrible pero a la larga o no tan larga abrió algunas puertas que no sabíamos que estaban atrás. Y nos damos cuenta que la segunda opción era mejor que la primera que pasó. Por ejemplo, volvamos al tema del trabajo: el despido ¿y ahora? Y quizás conseguís un trabajo mejor, porque agarrado a eso no te habías dado cuenta que había otras opciones y que con la edad que uno tenga y el trabajo hay nuevas opciones y podés ser muy feliz con el próximo trabajo o la próxima pareja.Olvidos leves y Alzheimer- En tantos años dedicado a la neurología ¿ha visto cambiar la calidad de vida de las personas con los avances científicos?-Nada mágico ha aparecido;&nbsp; no hay cura para el Alzheimer al día de hoy. Sí, hay algunos medicamentos un poquito mejor pero no hay algo para que se te pase. Lo que existe son drogas que van estimulando vías neurológicas que hacen que la patología se enlentezca en su avance, que alguna cosa mejore. Con los avances en el diagnóstico a través de la neuroimagen, biomarcadores, punciones, de alguna manera podrías dar un poco más de certeza. De la mano de todo esto y de las drogas, cada vez se ve más el beneficio del tratamiento no farmacológico. Los fármacos actualmente son&nbsp; de potencia y duración limitada en sus efectos. Mientras que el tratamiento no farmacológico se mantiene siempre vigente: la psicoestimulación, la estimulación cognitiva, la terapia multidisciplinaria donde interviene la gimnasia mental, leer, escribir, hacer cuentas, palabras cruzadas, jugar a las cartas, salir de casa, tomar sol, tener trato social, deportes, caminar, andar en bicicleta. Si hacés todo esto es el 70% y la medicación el 30% restante. Hay avances pero estamos muy lejos de una cura, porque no sabemos de qué viene. Se sospechan cosas, pero no existe con certeza.-Después de hacerle todos los estudios, ¿le dice al paciente que tiene Alzheimer?-Si necesito decírselo, se lo digo. O puedo explicarle que&nbsp; tiene un déficit cognitivo -se clasifican en leves, moderados y severos-. “Usted está (hace una seña como si fuera leve) y apunta: si empezamos un tratamiento es posible que no llegue hasta el fondo o que lo haga dentro de veinte años”.-¿Y cómo ha sido la experiencia al confrontar al paciente de ese modo?-Buena. Mis pacientes tienen tratamientos mixtos: farmacológicos y no farmacológicos, pero hay que hacer hincapié que si está esperando tomar la pastilla y se sienta frente al televisor estamos mal.-En medios de actualidad&nbsp; son comunes los artículos con títulos como “Si tiene estos cinco síntomas puede llegar a tener Alzheimer”; ¿cuál es su mirada?-Puedo decirlos yo directamente: si usted no lee, no desarrolla su intelecto, si se va a pasar su vida trabajando manualmente en el jardín, con la plancha o cocinando; si no se instruye desde el punto de vista intelectual y además junta factores de riesgo que ya hemos mencionado es muy probable que su vejez sea complicada con patologías vasculares y degenerativas.&nbsp; Aunque existen las demencias vasculares –que no es Alzheimer- y se da en pacientes que hacen ACV a repetición.&nbsp; Puede pasar entonces que alguien tenga una demencia mixta, quizás con antecedentes, trastornos de memoria y alguna predisposición.-¿Se le debe hacer notar al paciente que tiene problemas cognitivos? ¿Se angustia con eso?-Por lo general se olvida de los comentarios. En la etapa inicial del Alzheimer el paciente reconoce su déficit, viene y consulta. A veces no es un Alzheimer, puede ser porque tenga factores de riesgo no controlados como hipotiroidismo, déficit vitamínico, no lee o nunca fue a la escuela y se dedica a martillar y poner clavos. Esa persona puede comenzar a olvidarse de las cosas porque su cerebro no tiene desarrollo intelectual. Un Premio Nobel también puede hacer un Alzheimer, sumamente leído y estudiado tiene más recursos para tratar la patología. La persona con pocos años de escolaridad ya tiene un factor de riesgo y ahí podemos influir parcialmente porque a los 30 o 40 años podría terminar el secundario si quisiera. El desarrollo de la primera&nbsp; infancia, con hambre, dificultades, que tiene que dejar de estudiar porque hay que salir a trabajar…-Eso está pasando en Argentina.-Claro que sí. También está el adolescente que lo tiene todo y no quiere estudiar y con poco desarrollo intelectual tiene más chances de enfermar.-El desarrollo intelectual es esencial.-Es muy cierto. Claro que sí. El desarrollo intelectual es el cimiento, son las columnas bajo tierra que mantienen el edificio en pie. Si las columnas están enclenques el edificio se cae.-¿Cómo cierra la nota?-Educación, educación y educación. Necesitamos que la gente sepa todo esto y que lo practique, que tenga más tiempo de alivianar el estrés, a estar en familia, disfrutar de la vida. La plata no hace la felicidad. Supongamos que una persona tiene sus necesidades básicas bien cubiertas y en vez de una casa quiere tres y un yate, cambiar el auto todo los años. ¿Va a ser el doble de feliz? Si ya era feliz con lo que tenía. Lo más probable es que sea menos feliz. Por eso insisto en que disfrutemos lo que tenemos. Y que se viva el hoy, el aquí y ahora, porque somos impermanentes,&nbsp; porque todo pasa. Hay que vivir el hoy.&nbsp;&nbsp;

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“Hay que vivir bien el aquí y ahora”