Cocaleros bolivianos levantan los últimos bloqueos ruteros

Los sindicatos de productores de coca que lidera el derrocado presidente Evo Morales pusieron fin a 15 días de bloqueos en la principal ruta de Bolivia y ratificaron su rechazo al gobierno de facto de Jeanine Áñez, mientras demandaron garantías para los movimientos sociales y el Movimiento al Socialismo (MAS) que siguen denunciando un golpe de Estado y se preparan para participar de las próximas elecciones.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email“En la madrugada se han levantado todos los bloqueos en el trópico de Cochabamba [centro] y ratificamos el estado de emergencia hasta que el gobierno de facto cumpla sus compromisos, en especial la aprobación de una ley de garantía de los derechos civiles y políticos”, anunció Andrónico Rodríguez, vicepresidente de las Seis Federaciones Cocaleras del Trópico de Cochabamba y posible sucesor de Morales, exiliado en México desde hace unas semanas.
Los bloqueos en la región, más conocida como Chapare y la cuna política de Morales, eran los últimos que mantenían los cocaleros para exigir la renuncia del gobierno de facto de Áñez, dos semanas después de que la senadora opositora se autoproclamara presidenta interina, tras la renuncia y denuncia de golpe de Estado de Morales.
Desde entonces, los cocaleros encabezan masivas protestas, entre ellas una multitudinaria marcha hacia la ciudad de Cochabamba, que fue reprimida por policías y militares con un saldo de al menos nueve muertos y una treintena de heridos, según denunció la Defensoría del Pueblo boliviana.
El anuncio de ayer de Rodríguez reflejó la decisión que tomaron el martes a la noche los cocaleros en un enorme cabildo, teniendo en cuenta los últimos acuerdos entre Áñez y movimientos sociales y sindicatos.
El lunes pasado, el gobierno acordó con la Central Obrera Boliviana y el Pacto de Unidad de las confederaciones campesinas liberar a los dirigentes sindicales y sociales detenidos durante las recientes protestas contra Áñez y defender en el Parlamento la ley de garantías de derechos.
Los cocaleros pretenden que esta ley de garantías incluya a Morales, pero Áñez se niega.
Puntos acordados
El acuerdo, no obstante, sí incluyó el compromiso gubernamental de proteger las empresas estatales, nacionalizadas o creadas por el gobierno de Morales; mantener los bonos sociales y retirar a los militares de las tareas de orden interno, entre otros asuntos.
Desde México, en tanto, Morales informó que dejó de hospedarse en un campo militar y ayer se mudó a una vivienda en la capital de ese país, en la que ya no percibirá ayuda de manutención del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Contó que “conseguir espacios para vivir ha sido difícil de encontrar” y agradeció la “cooperación” de simpatizantes que le ayudan con la manutención en el país.
La nueva ley electoral aprobada por la Asamblea Legislativa -de mayoría del MAS- y promulgada por el gobierno de facto no permite que Morales y su vice, Álvaro García Linera, sean candidatos en los próximos comicios presidenciales.
Mientras los líderes cívicos de Santa Cruz y Potosí y los hombres que encabezaron las protestas contra Morales antes de su derrocamiento, Luis Fernando Camacho y Marco Pumari, coquetean con candidatearse; el expresidente y el principal rival de Morales en las últimas elecciones anuladas, Carlos Mesa, anunció que repetirá su fórmula y competirá en las urnas, informó la agencia de noticias DPA.
Pese a su determinación a ser candidato, aclaró que, teniendo en cuenta “la crisis política y sus consecuencias en diversos ámbitos”, aceptó “explorar la posibilidad de ampliar los acuerdos con otras fuerzas políticas y sociales para la construcción de un ‘centro democrático’ que le dé sustento al próximo gobierno”. (Télam)