Comenzó el cónclave: expectativa global por el sucesor del Papa Francisco
Con 133 cardenales electores y múltiples candidaturas en juego, el Vaticano vive horas decisivas en un proceso marcado por la incertidumbre, la diversidad geográfica y el legado del Papa Francisco.

Ya está en marcha el cónclave que definirá al próximo líder de la Iglesia Católica. Con la participación de 133 cardenales de 70 países, el proceso está marcado por una fuerte influencia del pontificado de Francisco y una multiplicidad de posibles escenarios. Como cada vez que se inicia esta ceremonia centenaria, vuelve a resonar en los pasillos del Vaticano una máxima que ilustra la incertidumbre del momento: "Quien entra Papa, sale cardenal."
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDe los 133 electores, 107 fueron nombrados por el propio Francisco, lo que hace prever una continuidad en su legado. Sin embargo, como ha demostrado la historia reciente, las preferencias iniciales pueden desdibujarse a medida que avanzan las votaciones. Así ocurrió, por ejemplo, con Angelo Scola en 2013, quien parecía favorito pero terminó siendo desplazado por la figura sorpresiva de Jorge Mario Bergoglio.
Entre los nombres que hoy suenan con fuerza están tres italianos: Pietro Parolín, exsecretario de Estado vaticano; Pierbattista Pizzaballa, patriarca de Jerusalén; y Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia. Todos ellos cuentan con apoyos diversos y perfiles que apelan tanto a los sectores moderados como a los reformistas.
También asoman figuras internacionales como el filipino Luis Antonio Tagle, el africano Fridolin Ambongo, el húngaro conservador Péter Erdö y el estadounidense Robert Prevost, cuya proyección ha ido en aumento. La composición del colegio cardenalicio es hoy más diversa que nunca: 60 europeos, 23 latinoamericanos, 20 asiáticos, 15 africanos, 12 de América del Norte y 3 de Oceanía. Esta pluralidad podría influir no solo en la elección del Papa, sino también en el enfoque que tome la Iglesia en los próximos años.
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El proceso, en apariencia ceremonial, es también profundamente político. Las primeras votaciones suelen utilizarse como termómetro, y es recién hacia la tercera o cuarta ronda donde emergen con claridad las verdaderas posibilidades de los candidatos.
Aunque no hay certezas, todo indica que las primeras “fumatas” serán negras, reflejo de un consenso aún en construcción. De no alcanzarse un acuerdo el jueves, las deliberaciones podrían extenderse hasta el viernes, con posibles giros inesperados.
En este clima de expectativa, el Vaticano no solo mira hacia adentro. Las relaciones del nuevo pontífice con la política internacional y los desafíos sociales, ambientales y pastorales serán claves. A modo de anécdota histórica, se recuerda que la única argentina que posó en una foto con un futuro Papa antes de su elección fue Eva Perón, en 1947, con el entonces cardenal Roncalli, que más tarde se convertiría en Juan XXIII.