Las consecuencias diplomáticas del ataque serían un endurecimiento de la posición negociadora de Rusia, declaró Peskov a la prensa, según lo distribuyó un cable de la agencia de noticias Xinhua.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, negó el lunes la acusación del ataque, calificándola de “otra mentira de la Federación Rusa”.
Peskov afirmó que el ataque ucraniano tenía como objetivo interrumpir el proceso de negociación para poner fin al conflicto ucraniano, del que Rusia no se retirará: “Continuará el diálogo, principalmente con Estados Unidos”.
Lavrov fue más allá cuando acusó a Kiev de llevar adelante una “política criminal”, mientras que otro referente ruso, Dmitri Medvédev, envió un envenenado mensaje de Año Nuevo a Zelenski, cuando lo llamó “monstruo de trapo”, según los medios rusos Sputnik News y Actualidad RT, respectivamente.
“Feliz último año, ‘fuсking puppet’ (maldita marioneta)”, escribió el exmandatario ruso.
Pero el actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia se explayó al referirse a Zelenski: “Todo el mundo entiende que no solo quiere la muerte de ‘una persona’, sino de todos nosotros y de nuestro país”.

“Y no solo lo deseó, sino que también dio instrucciones para llevar a cabo ataques masivos. No voy a escribir aquí sobre su muerte violenta, aunque ahora mismo la parca le pisa los talones a ese cabrón”, enfatizó Medvédev.
Para más, planteó que “es muy importante que, en el futuro, tras su pronta desaparición, el cuerpo embalsamado del homúnculo verde se exponga en el (museo) Kunstkamera de San Petersburgo, donde los zares rusos reunían monstruos para entretenimiento de sus descendientes”.
“Y que sea cuidadosamente estudiado, ya que es muy probable que se trate de otro enviado del espacio lejano de la raza especial ‘scurra sordidus’, que llegó a nosotros desde la galaxia enana de Tucana”, agregó.
Lavrov anunció el ataque con drones el lunes
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, declaró el lunes que Kiev lanzó un ataque nocturno con 91 drones de largo alcance contra la residencia presidencial en Nóvgorod. NA