GIRA PAPAL
Francisco reclamó a Orban por migrantes y lo apoyó contra la “ideología de género”
El papa pidió en Budapest al premier húngaro Viktor Orban que asuma una política de acogida a los migrantes “sin excusas ni dilaciones”, al tiempo que apoyó al político conservador en sus posturas de rechazo a la “cultura de la ideología de género” y el “insensato derecho al aborto”.
Al iniciar una visita de tres días a lo que denominó el “corazón de Europa”, el pontífice aprovechó su discurso frente a las autoridades húngaras, el primero de los siete previstos hasta mañana, para hacer un llamado al Viejo Continente y al mundo para adoptar “políticas capaces de mirar al conjunto” como vía para la paz, en especial en el marco de la guerra en la “martirizada Ucrania”, que comparte una frontera de cerca de 150 kilómetros con Hungría.
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El primer día del Papa en Budapest incluyó así mensajes de rechazo a los “populismos autorreferenciales” y a las “colonizaciones ideológicas” que asoman en Europa, aunque sin identificar nombres, así como un llamado a que los países del continente asuman de forma comunitaria la emergencia migratoria.
Por otro lado, en su tradicional reunión con el clero de cada uno de los países que visita, el Papa advirtió a religiosos húngaros por la “tentación de volverse rígidos, encerrarse y adoptar una actitud de combatientes” frente a los cambios en la sociedad, al tiempo que les pidió cuidarse del “derrotismo catastrofista y el conformismo mundano”.
En su primer discurso, al hablar en el antiguo Monasterio de las Carmelitas de la capital húngara frente a autoridades del país europeo, el Papa reclamó que con “Cristo presente en tantos hermanos y hermanas desesperados que huyen de los conflictos, la pobreza y los cambios climáticos, necesitamos afrontar el problema sin excusas ni dilaciones”.
La acogida de migrantes “es un tema que debemos afrontar juntos, comunitariamente, porque en el contexto en que vivimos, las consecuencias, tarde o temprano, repercutirán sobre todos”, señaló el Papa.
El mensaje del Papa pareció una respuesta a las políticas de Orban, con quien se reunió al llegar, y considerado un dirigente conservador, con posturas antimigrantes, antisemitas y contrarias a las parejas homosexuales.
Otra actitud
El Papa fue explícito al reclamar un cambio de actitud frente a los migrantes y refugiados al destacar que de los valores cristianos que defiende Orban “no sólo se desprende la riqueza de una identidad sólida, sino la necesidad de apertura a los demás, como reconoce la Constitución”, antes de citar párrafos de la Carta Magna húngara que reconocen el respeto a culturas diversas y minorías nacionales.
“Esta perspectiva es verdaderamente evangélica, tanto que contrasta una cierta tendencia a veces justificada en nombre de las propias tradiciones e incluso de la fe a replegarse sobre sí”, agregó luego Francisco.
La que inició ayer es la segunda visita del Papa a Hungría, tras un viaje de pocas horas que hizo en 2021 para la misa de cierre del congreso eucarístico internacional, a un país en el que, con casi 10 millones de habitantes, cerca del 61 por ciento de la población se reconoce católica, aunque en descenso frente a otros años.
Así como en el tema migratorio el Papa pareció alejarse del premier húngaro, luego mostró posturas más cercanas a Orban al referirse a debates actuales de Europa y al rechazar “el camino nefasto de las colonizaciones ideológicas, que eliminan las diferencias, como en el caso de la denominada cultura de la ideología de género, o anteponen a la realidad de la vida conceptos reductivos de libertad, por ejemplo, presumiendo como conquista un insensato derecho al aborto, que es siempre una trágica derrota”. (Télam)