Inversiones
México tiene un proyecto ambicioso para competir con el Canal de Panamá
El plan es pretencioso y costoso. Y supone que los barcos llegarían a los remozados puertos de Salina Cruz, sobre el Pacífico, o de Coatzacoalcos, sobre el Atlántico, descargarían allí, y usarían el tren para que sus mercaderías "crucen" de un océano a otro para, otra vez, seguir en barco.
Imaginado por Hernán Cortés en tiempos de la conquista, perseguido por varios gobernantes en las últimas décadas e impulsado ahora por el Ejecutivo del presidente Andrés López Obrador, el llamado "corredor interoceánico" que atravesaría el istmo de Tehuantepec puede convertirse en un complemento o una competencia para el canal de Panamá y en una fuente de ingresos importantes para México.
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El plan, pretencioso y costoso, supone la siguiente mecánica: los barcos llegarían a los remozados puertos de Salina Cruz, sobre el Pacífico, o de Coatzacoalcos, sobre el Atlántico, descargarían allí, y usarían el tren para que sus mercaderías "crucen" de un océano a otro para, otra vez, seguir en barco.
El gobierno ya lleva invertidos 2.800 millones de dólares en trenes de carga y turismo para unir esos puertos, y se estima que cuando el proyecto esté definitivamente en marcha signifique una suba de 3 a 5 puntos del PBI mexicano.
El 22 de septiembre las autoridades sonrieron: López Obrador y los gobernadores de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, y Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, hicieron un viaje de prueba. Más de un siglo después, el tren volvió a pasar.
También el turismo genera expectativa por lo que pueda significar la nueva vía, pero la apuesta fuerte es a lo logístico y lo comercial, sobre todo ahora que el Canal de Panamá -que mueve cerca del 3% del comercio mundial- muestra flaquezas por la baja del agua, lo que dificulta el paso de grandes cargueros.
Las cuentas del gobierno azteca son imponentes: esperan que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) mueva 300.000 contenedores al año en 2028, y llegue a 1,4 millones cuando alcance plena capacidad operativa, en 2033.
El proyecto del tren se complementa con el armado de cinco primeros parques industriales, con los que el Gobierno confía en atraer inversiones por 7.000 millones de dólares.
Mientras, la ampliación del puerto de Salina Cruz ya implicó una nueva escollera, que le ganó 1.000 metros al mar y se extenderá hasta 1.600 metros. "La posible competencia genera gran interés y debate en la región, sobre todo a partir de la crisis del Canal por la escasez de agua. Este plan es mirado con interés, porque las restricciones en el canal generaron la necesidad de buscar alternativas viables para el comercio marítimo global", explicó Rodrigo Gómez Tortosa, secretario ejecutivo de la Red de Profesionales para la Política Exterior (Redappe).
El especialista reseñó que "en el pasado hubo interés por alguna vía distinta y México mismo hizo otros intentos", pero cuando se abrió el Canal se dejaron de lado otros planes.
Es que por esas vías llegaron a pasar 60 trenes diarios después de que Porfirio Díaz las inaugurara, en 1907.
Gómez Tortosa destacó que la nueva iniciativa se enmarca en "el impulso de López Obrador y su búsqueda de que México tenga otro peso en el concierto de naciones".
"Hay una mirada estratégica para México. El corredor es una oportunidad muy importante para el país", evaluó en declaraciones a Télam. (Por Ariel Bargach - Télam).