Miles de independentistas repudiaron la visita del rey Felipe VI a Barcelona
El soberano sufrió en carne propia la presión del movimiento independentista que repudió su presencia en Barcelona, en el marco de su estrategia de agitar el debate por el conflicto secesionista en medio de la campaña para las elecciones del domingo próximo.

Mientras el monarca presidía un acto de entrega de premios acompañado por la Reina y sus dos hijas en el interior del Palacio de Congresos de Cataluña, afuera, en las calles, miles de manifestantes protagonizaban un ruidoso cacerolazo y coreaban gritos como “¡Fuera Borbón!”, “¡Cataluña no tiene rey!”, o “¡Independencia!”.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAlgunos manifestantes quemaron fotos del monarca, quien pese al clima de tensión pudo evitar el contacto con los independentistas gracias a un fuerte operativo de seguridad en torno al lugar del evento, que los mantuvo alejados unos cien metros.
No ocurrió lo mismo con los invitados a la ceremonia organizada por la Fundación Princesa de Girona, que anualmente premia a jóvenes innovadores y emprendedores, y este año decidió trasladarse al Palacio de Congresos de Cataluña, en Barcelona, con la intención de dar más pompa a su décimo aniversario.
Algunos de los asistentes al acto fueron increpados cuando intentaban acceder al Palacio de Congresos con insultos y acusaciones de “fascistas”. Uno de ellos fue el líder municipal del Partido Popular (PP), Josep Bou, quien desistió de entrar ante el acoso.
En contraste con el ambiente de hostigamiento exterior, los reyes y sus hijas fueron ovacionados con gritos de “¡Viva el rey” y “¡Viva la princesa de Girona!”, al inicio de la ceremonia de entrega de premios que lleva el título de la heredera de la Corona.
La Princesa Leonor debutó hablando en catalán con un discurso que tuvo un guiño activo hacia Cataluña, con la mención también a “la importancia de la historia y cultura catalanas”.
A su turno, Felipe VI lanzó un mensaje político al afirmar que en Cataluña, “en la realidad de hoy no pueden tener cabida ni la violencia ni la intolerancia ni el menosprecio a los otros”.
Ésta era la primera visita que hacia Felipe VI a Cataluña desde la sentencia que impuso duras penas a los líderes del fallido proceso de secesión de 2017, que puso a los independentistas en estado de ebullición permanente y derivó en graves enfrentamientos entre manifestantes y policías entre el 15 y el 18 de octubre.
“Ni rey ni miedo”
“No tenemos ni rey ni miedo”, fue el lema lanzado por los Comités de Defensa de la República (CDR) ante la presencia del Rey en Barcelona con motivo del acto que fue planeado con mucha antelación, sin que sus organizadores supieran que iba a coincidir con la campaña electoral ni un momento tan convulso para Cataluña.
Al margen de que la figura del rey ha sido siempre rechazada por el independentismo, Felipe VI se convirtió en el “enemigo” de los secesionistas cuando tras el referendo de autodeterminación de 2017 pronunció un discurso que allanó el camino de la intervención de la norteña región. (Télam)