Alberto Fernández almorzó con la cúpula de la CGT y hablaron sobre obras sociales
El presidente Alberto Fernández informó a la cúpula de la CGT que un dirigente de su confianza será el próximo superintendente de Salud, tras la muerte de Eugenio Zanarini, pero no reveló el nombre.
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El mandatario y parte de su Gabinete compartieron un almuerzo en la Quinta Presidencial de Olivos con los referentes cegetistas, quienes estaban en alerta sobre el nombramiento del funcionario que ocupará la Superintendencia de Servicios de la Salud (SSS), un organismo clave para la central obrera porque es el encargado de controlar las obras sociales y de realizar los giros de los millonarios fondos que el Estado les adeuda.
Este tema cobró aún más importancia el año pasado con el inicio de la pandemia, lo cual desfinanció aún más a las obras sociales que manejan los gremios.
En el encuentro, Fernández les dijo a los popes de la CGT que tiene ya decidido el nombre para la SSS, pero no lo dio a conocer, aunque les adelantó que es una persona de su confianza que ya viene trabajando en el tema y puesto por su espacio político, supo Noticias Argentinas.
En la central obrera había cierta intranquilidad y buscaba evitar que sea colocado en cargo un dirigente que responda al kirchnerismo, luego de que meses atrás surgieran versiones de que ese sector político buscaría avanzar sobre las cajas de las obras sociales gremiales y promover alguna reforma en ese ámbito.
En la previa había trascendido que la CGT promovía para el cargo a David Aruachán, un médico cirujano, expresidente de la obra social de Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y actual gerente general de la SSS; mientras que también barajaba el nombre de José Bustos, un abogado especializado en temas de salud que fue colaborador de Héctor Capaccioli en el organismo durante la gestión de Néstor Kirchner y quien hoy se desempeña como gerente de Gestión Estratégica de la Superintendencia. NA