Fuentes policiales informaron que la causa se inició luego de la acusación de una firma dedicada a la construcción, que detectó que los pagos recibidos por la provisión de materiales habían sido realizados mediante cheques electrónicos rechazados por falta de fondos.

A partir de esa presentación, los investigadores establecieron que la operatoria se repetía con otras firmas, que entregaban mercadería tras supuestas operaciones comerciales y luego perdían todo contacto con los compradores.

La pesquisa permitió determinar que los sospechosos alquilaban depósitos y galpones de manera temporaria, que funcionaban como puntos de acopio, donde, una vez recibidos los productos, abandonaban los inmuebles y trasladaban los artículos a otros domicilios para dificultar su rastreo.

En el marco de allanamientos en Avellaneda y Lomas de Zamora, se secuestró una oficina móvil utilizada como fachada, además de una gran cantidad de mercadería de distintos rubros, documentación comercial, remitos y anotaciones vinculadas a la maniobra investigada.

Además de la oficina, se secuestraron siete pallets completos con 554 bolsas de materiales; decenas de bultos y cajas con elementos de construcción; equipamiento gastronómico, mobiliario, iluminación, productos médicos y alimentos; cientos de cajas cerradas, bolsas industriales y bultos sueltos; electrodomésticos, luminarias, muebles y documentación comercial.

El valor total del perjuicio económico y de los bienes recuperados supera los 30 millones de pesos, y que al menos siete empresas habrían sido víctimas del mismo grupo, aunque hasta el momento no se registraron detenidos, mientras continúa la investigación para identificar a los responsables y determinar si existen más damnificados. NA

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