El español ultimado en Barracas fue asfixiado con una toalla
La autopsia realizada al cadáver del empresario español de 83 años que fue hallado asesinado ayer en el barrio porteño de Barracas confirmó que fue asfixiado con una toalla y que tenía golpes en la cabeza.
La necropsia a Felipe Alonso Fernández (83) se realizó en el Cuerpo Médico Forense de la Capital Federal y arrojó que la mecánica de la muerte fue “asfixia mecánica por sofocación”, ya que a la víctima le colocaron una toalla en la boca y cinta aisladora en el cuello.
Recibí las noticias en tu email
La autopsia también confirmó lo que el médico legista había advertido en la escena del crimen: que el empresario había sufrido golpes en la cabeza y que la data de muerte era de alrededor de 24 horas antes del hallazgo, es decir que lo mataron el domingo.
Este último dato coincide con lo manifestado por un vecino llamado Rubén, quien en diálogo con la prensa recordó que la última vez que vio a Fernández fue el domingo al mediodía, entre las 12 y 13, cuando se saludaron “con la mano de vereda a vereda”.
El hombre, quien vive en la cuadra de Anchoris al 300 y que fue testigo de procedimiento cuando la Policía revisó la escena del crimen, contó que el cadáver del español “estaba atado de pies y manos”.
El vecino dijo que “había indicios de sangre” en varios ambientes, que “estaba toda revuelta la casa” y que allí “hicieron peritajes”.
“Era una persona muy reservada, no te puedo decir si se llevaron algo, si hubo plata”, dijo Rubén sobre su vecino y aclaró que los policías revisaron “todo, y dinero no encontraron”.
“Tengo entendido que ya le habían robado, pero no te daba detalles, era una persona muy dura”, agregó el vecino, que remarcó que Fernández estaba “siempre activo” y “cruzaba de vereda a vereda y arreglaba los camiones”.
En tanto, fuentes de la investigación indicaron a Télam que por orden del fiscal de la causa, Marcelo Roma, detectives de la División Homicidios de la Policía Federal (PFA) realizaban esta tarde una nueva inspección en la casa y en los galpones aledaños en busca de nuevas pruebas.
Hipótesis
La principal hipótesis de los pesquisas es que se trató de un crimen en ocasión de robo y que el o los asesinos fueron a buscar algo puntual y torturaron al anciano para que les revelara dónde tenía dinero.
La sospecha es que los asesinos entraron escalando por los techos y que utilizaron una barreta hallada en la propiedad para forzar una ventana y revisar uno de los ambientes.
Fernández era dueño de tres galpones, en uno de los cuales hay cuatro camiones que se cree que también le pertenecían, y un taller de reparación de vehículos.
Según las fuentes, también le alquilaba a una empresa de telefonía celular el espacio para una antena, por lo que recibía distintas sumas de dinero a través de diversos locadores.
La sobrina de Fernández, la única familiar que tiene, relató que el empresario había cobrado 120 mil pesos la semana pasada del alquiler de un galpón y también habría percibido otro pago que no precisó en concepto de 48 meses juntos del alquiler de otro lugar.
En esa línea, se dispusieron distintas medidas de prueba, entre ellas investigar si tenía algún empleado que supiera el dinero que el hombre manejaba. (Télam)