El Gobierno convalidó el acuerdo salarial de la UOM sin los aportes solidarios
El acuerdo salarial fue convalidado tras semanas de tensión, aunque el Gobierno no avaló los pagos no remunerativos que incluían aportes solidarios al sindicato. CAMIMA sigue en desacuerdo.

Tras semanas de tensión entre el gremio y el Gobierno, la Secretaría de Trabajo, que encabeza Julio Cordero, finalmente homologó la paritaria de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). El acuerdo, firmado a comienzos de junio, había sido objetado por el Ministerio de Economía por superar la pauta oficial de aumentos y por incluir sumas fijas con un componente de cuota solidaria para la obra social del sindicato.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa resolución, firmada este lunes por Cordero, destrabó el conflicto aunque de forma parcial. Si bien se validó el aumento del 7,6% escalonado para el período abril-agosto, las cinco sumas fijas no remunerativas ($30.000 en abril y $25.000 los meses siguientes) quedaron fuera de la homologación, al igual que los aportes del 3% de los empleados y del 6% de las empresas previstos para financiar la obra social del gremio, actualmente en crisis.
Una paritaria polémica
El acuerdo había sido firmado por cinco de las seis cámaras del sector: ADIMRA, AFARTE, CAIAMA, FEDEHOGAR y AFAC. Sin embargo, la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA), que agrupa a numerosas pymes, se negó a suscribirlo. Argumentó que el convenio “pone en riesgo la economía de las pequeñas y medianas empresas en medio de la recesión del sector, y también las fuentes de empleo”.
El Ministerio de Economía, al evaluar el convenio, objetó no solo el porcentaje de incremento salarial (el primer tramo del 3,3% en abril superaba la pauta oficial del 1% mensual), sino también la inclusión de pagos no remunerativos con aportes solidarios al sindicato. “Los aportes y contribuciones no pueden aplicarse a las sumas no remunerativas”, señalaron fuentes oficiales a Infobae.
Acuerdo con condiciones
La homologación se logró con una fórmula similar a la utilizada en la reciente paritaria de Camioneros. El secretario general de la UOM, Abel Furlán, accedió a permitir que las pymes en dificultades económicas paguen en cuotas las sumas fijas acordadas, lo cual destrabó el aval del Gobierno.
El jueves pasado se realizó la reunión clave en la Secretaría de Trabajo, encabezada por la subsecretaria Claudia Testa. Allí participaron Furlán y el presidente de CAMIMA, José Luis Ammaturo. El encuentro, aunque sin la presencia de Cordero, permitió arribar a una salida política al conflicto.
Marcha, reclamos y presión sindical
La tensión escaló el 22 de julio, cuando la UOM movilizó a sus afiliados frente a la Secretaría de Trabajo para exigir la homologación del acuerdo. En ese contexto, Furlán acusó públicamente a Cordero de seguir una estrategia impulsada por Techint para frenar el convenio, y anticipó que, de no obtener una solución, se iniciarían medidas de fuerza.
Ese mismo día, el líder sindical no fue recibido por el titular de la cartera laboral, sino por la subsecretaria Testa, a quien trasladó sus reclamos. Cordero, según trascendidos, no tenía intención de recibirlo, pero cambió de postura luego de un llamado de un alto dirigente de la CGT.
Una solución a medias
Finalmente, el convenio fue homologado parcialmente: se reconoció el aumento del 7,6% en cinco tramos, pero quedaron fuera del aval oficial las sumas fijas no remunerativas que contemplaban aportes a la obra social del gremio. Aunque el conflicto se descomprimió, persisten las diferencias con CAMIMA, que no firmó el acuerdo y mantiene su preocupación por el impacto económico del mismo sobre las pymes.