El Gobierno redujo el monto e intereses de la deuda en pesos y extendió los plazos

En los primeros seis meses de gestión, disminuyeron tanto el importe como la concentración de los vencimientos de deuda en pesos previstos para este año.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailAdemás, bajaron las tasas de interés a niveles compatibles con la recuperación económica y la sostenibilidad, según un informe elaborado por la Secretaría de Finanzas, difundido ayer.
De esta forma, las autoridades del Palacio de Hacienda, con un horizonte de vencimientos más equilibrado, deberán enfrentar vencimientos de capital e intereses por 1,04 billones de pesos en lo que resta del año, de los cuales 570.039 millones de pesos, el 55 por ciento del total, tienen por acreedor al sector privado.
“En diciembre, el panorama del mercado de deuda en pesos era muy complejo, estaba virtualmente cerrado. Los vencimientos para el 2020 eran muy elevados y concentrados en el primer semestre. El mercado estaba totalmente ilíquido con títulos que cotizaban al 35-40 por ciento de paridad”, señaló el secretario de Finanzas, Diego Bastourre.
“La política de normalización que llevamos adelante muestra logros significativos: baja de tasas de interés a niveles sostenibles, extensión de plazos, reducción sustancial de los vencimientos en 2020 y aumento de la participación de la financiación en pesos en el total de deuda”, agregó el funcionario.
En base al informe elaborado por la Secretaría de Finanzas, en “los primeros seis meses de gestión y como resultado de la agenda de normalización del mercado de deuda pública en pesos, el gobierno nacional logró reducir, sensiblemente, tanto el importe como la concentración de los vencimientos para el año 2020”, con respecto a las previsiones existentes en diciembre pasado, cuando asumió el presidente Alberto Fernández.
Además, y pese a las dificultades para avanzar con el canje de deuda extranjera en dólares, el Ministerio de Economía destacó que “el stock de pasivos denominados en moneda local aumentó su proporción en el total, pasando de representar el 14,4 por ciento en noviembre de 2019 al 15,3 al cierre del mes de mayo”.
En ese marco, las autoridades del área económica lograron extender los plazos de las obligaciones, incrementando la participación de bonos por sobre las letras, con una reducción de estas últimas en la participación total.
“Soberanía monetaria”
Al respecto, el ministro de Economía, Martín Guzmán, destacó en su cuenta en la red social Twitter, que “la soberanía monetaria es una piedra angular de la estabilidad y el desarrollo económico”.
“Desde el día número uno de gobierno, nos propusimos sanar el mercado de deuda pública en pesos como punto de partida para construir una Argentina con soberanía monetaria, y vamos por buen camino”, subrayó el funcionario.
La Secretaría de Finanzas precisó que “a lo largo del año 2020, las obligaciones en pesos con inversores privados eran de 1,15 billones de pesos, de los cuales el 74 por ciento ocurrían en el primer semestre. Por su parte, este mercado estaba totalmente ilíquido con títulos que cotizaban en torno al 35-40 por ciento de paridad”.
Este cuadro de situación, según la cartera nacional, “cambió sustancialmente ahora, con curvas de rendimientos en pesos que lograron ser normalizadas”.
El proceso de normalización consistió en reanudar emisiones en pesos, que habían sido suspendidas en julio del 2019, y realizar sendos canjes de deuda, y operaciones de reconversión de activos, entre otras iniciativas.
En diciembre de 2019, la deuda bruta del Sector Público Nacional alcanzaba niveles insostenibles, ubicándose en torno al 89,4 por ciento del producto, con cerca del 80 por ciento de dicho stock denominado en moneda extranjera.
El Palacio de Hacienda sostuvo que el reperfilamiento de títulos públicos dispuesto en agosto de 2019 -tras las elecciones PASO-, que incluyó a las Letras del Tesoro Capitalizables (Lecaps) en pesos, impactó negativamente en el mercado de deuda local.
Este evento afectó a los tenedores de títulos en pesos, que ya habían padecido el deterioro en el valor de sus tenencias a raíz del deslizamiento cambiario y la aceleración inflacionaria de los años 2018 y 2019. (Télam)