El novio de la mujer estrangulada en un albergue escapó 15 minutos antes del hallazgo del cuerpo
Lo determinaron los investigadores por el reporte de la tobillera electrónica que utilizaba a raíz de una denuncia por violencia de género de una exmujer. Giselle Fasanella (27) murió asfixiada.

El novio de Gisella Fasanella, quien fue estrangulada en un hotel alojamiento del partido bonaerense de Tres de Febrero, continuaba ayer prófugo y con orden de captura por el homicidio, y los investigadores pudieron determinar que se escapó del albergue 15 minutos antes de que los empleados descubrieran el cadáver.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailFuentes judiciales y policiales identificaron al sospechoso como Braian Arregui (28), quien tenía antecedentes por violencia de género en una causa en la que le colocaron una tobillera electrónica por una restricción perimetral otorgada por una denuncia de su exmujer.
Efectivos de la comisaría 5ta. de Eufrasio Alvarez y de la Jefatura Departamental de Tres de Febrero, bajo las órdenes de la fiscal Marcela Costa, realizaron en las últimas horas dos allanamientos, uno en San Martín y otro en Billinghurst, en búsqueda del prófugo, pero no lo pudieron localizar.
Geolocalización
La principal evidencia contra Arregui es que gracias a la tobillera electrónica que tenía colocada, fue geolocalizado en el momento de la muerte de Fasanella en el albergue transitorio “R8 Hotel” ubicado en la calle Ituzaingó y ruta 8, del barrio El Libertador del partido de Tres de Febrero.
Fuentes de la investigación revelaron a Télam que según los registros de esa tobillera Arregui llegó al hotel a las 22.06 del martes y se fue del mismo a las 13.46 del miércoles, es decir unos 15 minutos antes de que los empleados de limpieza abrieran la habitación y hallaran el cadáver.
Según los registros del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), diez minutos más tarde, a las 13.56, Arregui se arrancó la tobillera a unos tres kilómetros de distancia, en la zona de Campo de Mayo y el equipo dejó de emitir señal y aún no pudo ser recuperado.
Fuentes policiales, judiciales y SPB explicaron a Télam que Arregui tenía colocado el dispositivo electrónico por orden del Juzgado de Familia 5 de San Martín.
A diferencia de lo que sucede con un preso al que le ponen tobillera para una domiciliaria y la alarma se activa cuando se aleja de la casa, en estos casos, se coloca un dispositivo al denunciado y otro a la denunciante y sólo se activa la alarma cuando el agresor se acerca a la víctima.
“Es un área especial del Servicio Penitenciario que trabaja casos de violencia de género, la que está a cargo de este monitoreo. Cuando observan que el denunciado se acerca a la mujer, lo llaman para que se aleje o avisan al 911 para que lo vayan a detener. Y a la mujer también se la llama para advertirle”, explicó a Télam un vocero del SPB.
En este caso, no hubo ninguna irregularidad, ya que Arregui quedó registrado ingresando al hotel alojamiento pero como la mujer con la que tiene el conflicto no era su actual pareja, quien resultó asesinada, sino otra mujer, la tobillera no reportó ninguna anomalía hasta que se la arrancó en Campo de Mayo.
El hecho
El hecho se descubrió el miércoles alrededor de las 14 cuando, al no contestar los llamados, los empleados del albergue ingresaron a la habitación y hallaron el cadáver de Fasanella (27) sobre la cama y tapado con una sábana.
La pareja era habitué en ese albergue transitorio ya que solía ir una vez por semana o cada 15 días, y ese día había llegado a pie cerca de las 22 del martes y pagó un turno a pernoctar con la tarjeta de la Asignación Universal por Hijo (AUH) a nombre de ella.
En la habitación se encontró un gran desorden: botellas de vino, otra de un espumante, latas de energizantes y cerveza, una caja de lencería erótica, una caja de cigarrillos, colillas en un cenicero, ropa tirada en el piso, un mazo de naipes y la bandeja con el desayuno intacto que incluía dos cafés con leche, con jugo de naranja y cuatro medialunas de grasa.
Para no ser detectado por abrir la puerta, el hombre que estuvo con la víctima escapó por una ventana que quedó abierta.
La autopsia confirmó que la causa de la muerte fue “estrangulamiento a lazo” y la sospecha de los forenses es que fue ahorcada con un cordón que fue hallado colgando del ventilador de la habitación.
Ese elemento fue secuestrado por Policía Científica y se ordenaron peritajes para ver si su ancho coincide con el del surco de ahorcadura incompleto que presentaba la víctima en el cuello.
La fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de San Martín, Marcela Costa intenta determinar si se trató de un femicidio o si la víctima falleció en el marco de un juego sexual brusco. (Télam)