El papá de Kim Gómez expresó su dolor a través de las redes sociales
Marcos Gómez, el padre de Kim Gómez, la niña asesinada en un violento ataque en la ciudad de La Plata, compartió un mensaje en sus redes sociales recordando el hecho.

El padre de la niña manifestó: “Me pierdo pensando porque te abrieron la puerta y no te dejaron bajar”, acompañado de una imagen de la botella de agua que su hija usaba y que aún estaba en el vehículo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAdemás, en el posteo relató la función del vehículo y el esfuerzo que les llevó conseguirlo para que finalmente se lleve la vida de su hija: “Ese auto rojo que se suponía iba a darles comodidad y seguridad para no andar en la calle caminando o en micro para llegar del colegio a sus actividades”.
En el mismo mensaje, reconoció que todavía se pregunta qué pasó exactamente en los últimos momentos de su hija: “A veces me pierdo en el aire pensando por qué te abrió la puerta ese pibe y no te dejaron bajar. Quisiera saber qué pasó en ese asiento, aunque estoy seguro que peleaste, porque vos sí eras valiente”.
La imagen que acompañó el texto muestra que encontró dentro del auto una botella de Mickey Mouse que era de Kim: “Tiene tu agua, todavía tus sticker y ahora mis lágrimas”.
Asimismo, Marcos aseguró que “no hay ningún sentido a tanto sufrimiento” y remarcó: “No lo merecías ni nosotros, tu familia”.
Finalmente, manifestó: “Te pido de tu luz para seguir peleando. Quiero ser valiente como vos. Nunca me dejes, yo no lo voy a hacer. Te amo, Kim”. NA
El caso
El caso de Kim Gómez es un trágico suceso donde una niña de 7 años fue asesinada en La Plata en febrero de 2025.
Los hechos tuvieron lugar durante el robo del automóvil de su madre por parte de dos delincuentes menores de edad, de 14 y 17 años.
La niña fue arrastrada por el auto durante aproximadamente 15 cuadras después de que los ladrones le quitaran el vehículo a su madre en un semáforo. Kim falleció a causa de las heridas y fracturas sufridas.
El crimen conmovió profundamente a la sociedad y generó protestas exigiendo justicia y mayor seguridad.
Uno de los asaltantes, el menor de 14 años, fue entregado a la policía por su propio padre. La justicia ha determinado que este menor deberá permanecer bajo custodia policial en un instituto de menores por al menos dos años. El otro menor implicado, de 17 años, se encuentra con prisión preventiva y será juzgado cuando cumpla la mayoría de edad.
El caso puso en el centro del debate la inimputabilidad de los menores en Argentina y la necesidad de revisar las leyes relacionadas con la delincuencia juvenil. NA