El pleno del Senado sesionará este viernes desde las 12 con la intención de finalizar el período extraordinario convocado por Javier Milei hasta el martes 30 de diciembre y aprobar dos leyes clave para el Gobierno libertario: el Presupuesto 2026 y la iniciativa de inocencia fiscal.

La mayor atención estará puesta en el proyecto de gastos y recursos, que contiene artículos que generan tensión con la oposición dialoguista y podrían complicar las votaciones en particular. Previo al tratamiento de las iniciativas, la jornada tendrá dos momentos centrales: el juramento del oficialista Enzo Fullone, quien reemplazará a Lorena Villaverde —que no pudo asumir por su historial judicial—, y las quejas del interbloque kirchnerista, ahora denominado “Popular”, por el reparto de comisiones acordado por el oficialismo y sectores de la oposición.

Desde La Libertad Avanza esperan esa protesta con el recuerdo de antecedentes del cristinismo durante años en la Cámara alta, mientras se anticipan homenajes y cuestiones de privilegio antes de entrar en la discusión de fondo.

El Presupuesto 2026 proyecta un crecimiento económico del 5% del PBI, una inflación anual de 10,1% y un dólar a $1.423 para diciembre del año próximo. Además, prevé un superávit primario del 1,5% del PBI, uno financiero del 0,2% y un incremento de las exportaciones del 10,6%.

Uno de los focos de conflicto es el artículo 30, que elimina los pisos de financiamiento para los sistemas Educativo y de Ciencia, Tecnología e Innovación, para la Educación Técnico Profesional y para el Fondo Nacional de la Defensa. También genera controversia el artículo 12, que obliga a las universidades a presentar información ante la Subsecretaría de Políticas Universitarias de la Secretaría de Educación y habilita al Ministerio de Capital Humano a interrumpir transferencias si no se cumple con esos requisitos.

El oficialismo calcula para la sesión de hoy 44 votos: 21 de La Libertad Avanza —con Fullone incluido—, 10 de la UCR, tres del PRO y legisladores provinciales, aunque reconoce que no todos acompañarán a libro cerrado. A ese número podrían sumarse algunos peronistas por pedido de sus gobernadores.

Con la mirada del mercado puesta en la capacidad del Ejecutivo de controlar el Congreso, la Casa Rosada apuesta a cerrar el año con ambas leyes sancionadas, en una jornada donde los bloques anticipan que las tensiones y las maniobras de último momento no tardarán en salir a la superficie.

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