Necrológicas
V ALICIA ANGÉLICA CASARES
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAlicia Angélica Casares nació el 13 de agosto de 1941 en Chascomús, hija única de Crisanta y Juan José. Sus primeros años de colegio los hizo en Lezama y culminó sus estudios en Iraola. A los 15 años conoció a Víctor con quien se casó tres años más tarde y fue su compañero de vida. Así comenzaron su camino laboral como empleados en la estación de servicios de Iraola, sin imaginar que con el correr de los años la misma se transformaría en el inicio de Alpamar.
Junto a Víctor fue madre de dos hijos: Omar y Patricia, que fueron su tesoro más preciado. Con el tiempo llegaron los nietos, Victoria, Mariana, Estéfano, Camilo y Álvaro, a quienes se brindó de manera incondicional.
Alicia fue una mujer emprendedora con una gran voluntad de trabajo, lo que le permitió desarrollarse en el oficio de las estaciones y formar, con Víctor y sus hijos, la empresa familiar a la que dedicó su vida entera. Con la alegría y constancia que la caracterizaban, supo inculcar, con el ejemplo, el valor del esfuerzo y se ganó el respeto y cariño de quienes la rodeaban.
A la par de los años liderando el negocio, Alicia disfrutaba en las pequeñas cosas; largas caminatas con Patri, el día a día del trabajo acompañada de Omar, su amor por la cocina, los viajes en familia y los paseos de domingo.
Su paciencia, humildad y gran espíritu compañero le permitieron cultivar amistades en todos los ámbitos. Así la vida la premió con un fiel grupo de amigas, con las que compartió viajes, tardes de risas y té, las infaltables noches de cartas, charlas y anécdotas inolvidables.
Sus seres queridos la recordarán por su mirada cariñosa, su sonrisa eterna y su calidez, dejando una huella de amor en todas las personas que tuvieron la dicha de conocerla.
“La extrañaremos y la llevaremos siempre en nuestros corazones. Es y será nuestro gran ejemplo a seguir. ¡Te queremos mucho!”, la despidieron.
V ALFREDO BLANCO
El pasado 11 de junio de 2020 falleció Alfredo Blanco, alías “Pocho”, a los 91 años, causando dolor y tristeza entre sus seres queridos que acercaron el siguiente texto en su memoria.
“Te has ido a otra vida para poder descansar en paz, luchándola hasta el último momento. Nos dejaste un vacío muy grande pero nos quedamos con los mejores recuerdos. Tu sobrina Susi, que te quería como a su padre, sintió mucho tu despedida. Tus sobrinos nietos Mauri y Stefi con ellos compartiste muchas cosas y siempre diste todo por ellos. Isabella y Valentín, tus bisnietos, a los que tanto vos querías siempre te van a recordar.
Te amamos mucho y siempre vas a estar en nuestros corazones. Susi, Raúl, Mauri, Flor, Stefi, Roni, Isabella y Valentín; tus hermanas Nilda y demás familiares nunca te olvidaremos. Sus restos recibieron inhumación en el cementerio Municipal”.
V ARSENIA MIGUELINA NARES
Arsenia Miguelina Nares nació el 29 de septiembre de 1924 en Tandil. Era la sexta hija de siete hermanos y vivió toda su niñez y adolescencia con sus padres Mariano y María Concepción y sus hermanos en el barrio Los Cuarteles, lugar del que guardaba sus mejores recuerdos.
De muy joven desempeñó tareas en la destacada fábrica de tejidos Masllorens con gran responsabilidad y entusiasmo.
Años más tarde contrajo matrimonio con Enrique Jaunarena y de esta unión nacieron sus hijos José Joaquín y Enrique Mariano.
Fue una gran compañera de su esposo y madre amorosa de sus hijos, siempre dispuesta ayudar y cuidar de su familia y hermanos, siendo muy compinche con sus cuñadas y amigas. Amante de las plantas, muy trabajadora, servicial y siempre muy coqueta.
“La recordaremos eternamente con un enorme cariño en nuestros corazones tus hijos, nietas, familiares y amigos”.
V ABEL OSCAR CASTRO (CHINO)
Abel Oscar Castro nació el 16 de octubre de 1952 y vivió siempre en el barrio de la Estación con su adorada madre María Esther. Creció junto a sus hermanos Vicenta (f), Humberto, Antonio, Manuel Ángel, Graciela y Ana.
Durante su juventud se involucró en el mundo del boxeo, donde cosechó entrañables amigos. Participó activamente del boxeo barrial, trabajó en distintos oficios, aunque sus últimos 27 años se los dedicó al Municipio de Tandil, desempeñando tareas en el sector de Parques y Paseos.
Casado con Lili, con quien formó una hermosa familia, tuvieron tres hijos: Diego, Lorena y Luciano. Años después se separó de la madre de sus hijos con quien mantuvo siempre una excelente relación de amistad y respeto.
Los últimos treinta años los transitó de la mano de su compañera de vida Evelia, quien lo acompañó hasta su último momento con amor.
“Amante del boxeo, la pesca, de los animales, dejaste en tu familia un terrible vacío. Te recordaremos siempre con mucho amor tus hijos Diego, Lorena y Luciano; tu yerno Sebastián Prezioso, tu nieto Ian D. Castro; tus nietos del corazón Camila, Luca y Franco”.
V HERMELINDA LUISA PEREYRA
Hermelinda Luisa Pereyra nació el 20 de noviembre de 1929 en Tandil, creció y vivió en el campo, hasta que en plena adolescencia junto con su familia se radicaron en la ciudad de Tandil.
Una vez instalada en la urbe, trabajó hasta alcanzar su jubilación en el Círculo de Suboficiales Retirados (El Remanso).
Se casó con Nemecio Fructuoso Medina (f) y fruto de ese amor nacieron sus siete hijos: Raúl Claudio, María del Carmen (f), Olga, Stella Maris, María Cristina, Oscar Modesto y Mirta Mabel. Fueron sus hijos políticos: Dolores Cid, Hilario Alberto Sosa, Juan Carlos Echeverría (f), Félix Defelipe, Ramón Argentino Frías, Elsa Bálsamo y Adolfo Alberto Armani.
Falleció el pasado 22 de junio de 2020 a los 90 años, causando un profundo dolor en su familia, su hermana Rosa Pereyra, sus nietos, bisnietos y tataranietos quienes la recordarán por siempre.
V SUBOFICIAL (R ) CARLOS ALBERTO ÁNGEL
Carlos Alberto Ángel nació en Villaguay provincia de Entre Ríos, el 13 de febrero de 1954. Desde joven decidió que se involucraría como militar ya que era su pasión, logrando su objetivo y culminando su carrera en la escuela de Suboficiales en Buenos Aires. Tuvo su primer destino a la ciudad de Tandil, donde se radicó y cumplió con los 35 años de servicio en el Batallón Logístico.
En esta ciudad conoció al amor de su vida, Beatriz Aza, con quien anduvo de novio 3 años y seis meses, para luego contraer matrimonio, en 1978, y formar una hermosa familia que se vio bendecida con la llegada de sus dos hijos: Valeria Eugenia y Mauro.
En 1993-1994 tuvo la oportunidad de viajar a Chipre con los cascos azules, que es una fuerza de mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas y tenían la misión de: supervisar el cumplimiento del alto el fuego; desarmar e inmovilizar a los combatientes; proteger a la población civil dando medicinas y alimento a la población más pobre.
Tanto amor tuvo por su profesión que una vez retirado extrañó más de la cuenta hasta llegar a enfermarse.
“Sabemos que es triste aceptar la partida de una persona a quien en vida hemos amado, compartido y mucho más pero recordemos que fue una decisión de Dios y debemos aceptarla y resignarnos ante esta perdida. Te llevamos en el corazón y te recordamos con cariño. Tu esposa e hijos”.
V DOELIA JUSTA LARQUIN DE OTANO (BLANCA)
Doelia Justa Larquin nació en Tandil el 26 de julio de 1938 y el 28 de julio de 1960 se casó con Saturnino José Otano, formando una gran familia con sus hijos Patricia, Sergio, Walter, Gabriel, Viviana y los nietos a quienes tanto amor les brindó. Falleció el pasado 20 de junio de 2020.
“Siempre fuiste la mejor: esposa, madre, abuela, suegra. ¡Bien ganado tenés el Cielo! Blanca te extrañaremos”.
V HORACIO NÉSTOR VITTORI
Nació el 8 de mayo de 1931 en la localidad de Rivera, era el hijo menor de cinco hermanos y a temprana edad, junto a su familia, se radicó en Tandil donde realizó sus estudios en la escuela 2.
En el año 1948 ingresó en el Ferrocarril como ajustador-aprendiz, siguiendo los pasos de su padre y hermanos ferroviarios también, transformándose esta en una de sus grandes pasiones que lo acompañó toda su vida.
Durante su juventud supo también recorrer clubes como Hípico y Ferro, jugando a la pelota-paleta cosechando elogios y amistades.
En 1959 se casó con Olinda Meris Aguirre con quien formó otra de sus grandes pasiones, su familia. De esa unión nacieron sus tres hijos, Néstor Horacio, Gustavo y Jorgelina, quienes le dieron ocho nietos y cuatro bisnietos.
Supo aprovechar muy bien el tiempo que Dios le entregó en la tierra, luchando siempre para que nada le falte a su familia, quien siempre lo recordará con orgullo como el mejor de los ejemplos de persona íntegra y de bien, seguirá acompañándolos en sus corazones y lo llevarán vivo por siempre en su memoria.
V LUIS WOOLLANDS (BETO)
Nació en Tandil el 15 de noviembre de 1950, vivió una infancia feliz junto a sus padres Luis y Dora, sus hermanas Yuyo y Ana y sus amigos del barrio.
Estudió en la Escuela Técnica, donde formó parte de un grupo inseparable de amigos que lo quieren, al igual que sus compañeros de Gas del Estado, donde trabajó 12 años.
Eligió como su compañera de vida a Lidia Manuela Suárez con quien se casó, tuvieron dos hijos: Germán y Pamela y actualmente dos nietos. Muy apegado a toda su familia, tíos, primos, cuñados y sobrinos, que mucho lo extrañarán, como así también sus vecinos.
Trabajador incansable, predispuesto a colaborar con quien lo necesitara. Siempre mirando al frente, al futuro y apostando a lo desconocido, así con mucho esfuerzo junto a Manuela iniciaron la Empresa Contebet, que aún sigue vigente.
Fanático del automovilismo, donde también cosechó muchos amigos, corrió en Promocional 850 del Atlántico llegando a ser campeón, luego hizo que su hijo con 8 años comenzara a correr en Karting y continúo su pasión por los fierros colaborando con el Tandil Auto Club.
Hizo en su vida todo lo que se propuso. Vivió bien, viajó y disfrutó tanto de su casilla junto a amigos y familia o simplemente tomándose un mate de pasada en algún taller.
Hoy sus hijos agradecen el papá que tuvieron, les dio todo lo que necesitaban y más, orientándolos siempre en sus proyectos.
Desde este 22 de junio, a los 69 años, emprendió un nuevo viaje, pero igual seguirá guiando los caminos de sus seres queridos. Todos lo recordarán como aquel tipo alegre y divertido que siempre tenía una anécdota para contar.
V JUAN CARLOS CASTRO
Juan Carlos Castro nació en Lomas de Zamora el 8 de agosto de 1931. Era hijo de Elisa y Antonio Castro, hermano gemelo de Jorge (f) y con Osvaldo (f), Lidia (f) y Rubén (f) completaban la familia.
Su padre era gerente de Casa Águila, así que pasaron por Trenque Lauquen, Bolívar, hasta que se instalaron en Tandil donde radicaron definitivamente.
Juan con su gemelo, los mellizos Castro, fueron mecánicos de camiones hasta su jubilación. Luego abrió una despensa donde era conocido como “El Berru”.
Formó su familia junto a Coca, su esposa, y su única hija Paola, quien se casó con el “Negro” y le dieron dos nietos Eliseo y Agustín, a los cuales amó y disfrutó mucho y hoy ellos lo extrañan aún más. Lo recuerdan como un excelente marido, un padre ejemplar y un abuelo maravilloso.
Querido por todos, falleció el 24 de junio de 2020, a los 88 años de edad, después de pelear durante varios años con una maldita enfermedad. Siempre se mantuvo firme sin bajar los brazos hasta que finalmente se resignó y marchó en un sueño profundo.
“Gordo cuanto te extraño (Coca). Papá te vamos a extrañar y no hay palabras para este dolor, me quedo con la tranquilidad que no sufriste y que hoy descansas como me lo pediste. Hasta que nos volvamos a encontrar viejo lindo, volá alto”, lo despidió su familia.
V RAIMUNDO JOSÉ QUILLEHAUQUY
Nació el 16 de agosto de 1951 en el Sanatorio Argentino de Tandil y se crió y vivió en el establecimiento “Las Blancas” junto a sus padres hermanas, tíos y primos donde realizó sus estudios primarios en la escuela 8 del castillo. Época en la cual el caballo, la hacienda y el lazo eran sus mejores juguetes.
En 1961 se vino a vivir a Tandil junto a sus padres: Enrique Quillehauquy y Lina Harguindeguy, y hermanas: Isabel, Mercedes, Chiqui y Victoria, siguiendo sus estudios en el colegio San José hasta el año 1966 donde a los 45 años falleció su padre.
Empezó a trabajar el campo junto a su tío Juan Carlos Quillehauquy y sus primos: José María, Carlitos, Mariana y María Amanda.
La actividad agrícola ganadera fue todo para él, pudiendo llevar tanto a su madre, a sus hermanas e hijos a que logren sus objetivos teniendo épocas buenas y malas intercalando entre agricultura y ganadería formando una empresa familiar en la cual todos formaban parte.
En 1973 se casó con María Celina López de Armentía con quien tuvo cuatro hijos: Bernardo, Luciana, Magdalena y Ramón, quedando viudo en mayo de 1997, luego de pelear, su mujer, durante unos años una mala enfermedad.
Su vida siguió siempre de buen humor sin dejar de lado su actividad y su familia. Años después conoció a Olga Arrizabalaga, su actual pareja, con quien tuvo tres hijas: Jorgelina, Luciana y Celina.
Raimundo y Olga vivían una vida junto de trabajo, de muchos viajes, paseos, fiestas, haciendo asados y visitando, por decir de alguna manera, a sus siete hijos y sus nietos: Ignacia y Pedro Quillehauquy (hijos de Bernardo y María Emilia Pecelis) y nietos de corazón Francisco, Baltazar, Martiniano, Paloma, Pedro, Ema, Pilar y Luciano.
Su hobby era jugar a la paleta, su vida era su actividad agrícola ganadera trabajando para su familia paterna por un lado y materna por otro, formando parte de Cabaña Las Blancas de Quillehauquy, Cabaña San Enrique, sentándose en el tractor, camión o caballo según hacía falta.
Durante su vida estuvo involucrado en instituciones como: Asociación Criadores de Lincoln, Sociedad Rural Argentina, Escuela Granja y Cooperativa Agropecuaria de Tandil, en esta última la mayor parte de su vida, institución a la cual quiso como si fuese un hijo; llegando a formar parte del consejo administrativo en los cargos de vocal, secretario, y presidente durante 18 años.
Una persona seria, alegre, divertida y trabajadora, con muchas amistades que falleció el pasado 22 de junio de 2020, habiendo pasados sus últimos días como fue su vida, en el campo y con su familia.
V LUIS ALBERTO GARCÍA
Luis Alberto García nació en la ciudad de Tandil el 17 de febrero de 1946 y falleciendo el 9 de junio del 2020. Era el octavo de diez hermanos en el hogar de Victoria Padin y Manuel García Miranda.
Creció muy cerca de la estación del ferrocarril en el barrio de las ranas donde comenzó la enorme cosecha de amigos que se incrementaría a lo largo de toda su vida.
“Luis, Luisito, Triki, El Negro, El Sodero, Pa, Abu” esos y más apodos llenos de cariño porque fue un tipo de primera, queridísimo y conocido en cada rincón de su amada ciudad.
El Parque, El Dique, el Cristo nuevo, el centro, los recorrías con el gusto de un turista, con el orgullo tandilense y saludando a dos manos, con su frase “somos muy amigos con ese muchacho”.
La música era fundamental, cargaba en su ADN ese condimento que le ponía melodía a todo, silbador empedernido, batero de melena larga, abuelo guitarrista, cantor de los amigos en las salidas que tanto disfrutaba.
De él sus seres queridos aprendieron que el trabajo es una bendición que se disfruta, que no hay horarios ni existe la impuntualidad para quien está predispuesto las 24 horas del día todos los días del año. Que lo primero siempre es la familia, que un hermano es el mejor amigo y un hijo el mayor tesoro de la vida.
Siempre de buen humor, alegre, mente veloz, pícaro, gentil, amaba la vida con una intensidad inexplicable.
Va a estar en cada canción, en cada luna llena, en cada viaje, y apareciendo mil veces en las historias de la gente que se acerca a contar alguna anécdota hermosa con él.
“Te extrañaremos siempre, cada día, sos irremplazable, tu lugar no está vacío, más bien lleno de vos y nunca nadie lo podrá ocupar. Donde estés, seguramente un lugar genial, porque te lo mereces y te lo ganaste en tu paso por acá, seguramente estés alegrando la gente, cantando guitarra en mano, siendo amigo de todos, el tipazo que todos conocemos. Hasta pronto papá, hasta pronto “Abu”, respira todo el aire puro que quieras, canta, reí, matea, disfruta y descansa en paz, cuando puedas mándanos una señal, de esas que sabemos, de esas que dejas por todas partes, la vamos a estar esperando. Te amamos genio; tus hijos, tus nietos, tus hermanas, sobrinos y amigos”.