No se queje si no se queja
Un vecino de Tandil, jubilado, se acercó a este Diario para presentar su queja por una situación que se va dilatando cada vez más y resulta urgente para un sector de la sociedad. Raúl Bruno acercó una nota presentada a la Municipalidad, en febrero de este año, solicitando que se pinte de amarillo el cordón ubicado sobre la vereda del Banco Industrial, ya que eso sería de gran utilidad para las personas con discapacidades o movilidad reducida.
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Sin respuesta durante todo este tiempo, decidió juntar firmas de apoyo de muchos de los adultos mayores que recurren a esa entidad bancaria para cobrar, e incluso consiguieron el acompañamiento de los directivos de esa institución.
A su vez, cuando comenzó la pandemia solicitaron que marquen la vereda para que todos puedan cumplir con el distanciamiento, sin embargo sólo lo hicieron para tres o cuatro lugares cuando la cola suele cubrir varios metros más. Asimismo, pidieron la instalación de cámaras en la zona para brindar seguridad a los jubilados, pero tampoco obtuvieron contestación. Mientras tanto, Bruno lamentó que el cordón sigue sin pintarse, complicando la circulación de quienes lo necesitan.