Cierto sabor amargo quedó el último domingo, tras los resultados de la interna en Juntos por el Cambio por dos fotos que no pudieron ser. Es que los dos candidatos de la misma fracción que obtuvieron menos votos, Nicolini y Manazzoni, desistieron de acercarse al Comité de la UCR para saludar al vencedor Miguel Lunghi y al candidato a primer concejal, su fiel delfín Juan Pablo Frolik. 

El líder de la lista que obtuvo la minoría, Marcos Nicolini, aclaró que llamó al pediatra por teléfono y evitó salir de su búnker, lindero a la casa radical, porque no lo había pasado bien en 2019, cuando integrantes de la Juventud Radical lo maltrataron. Incluso, aquella vez fue testigo de cómo encerraban al Intendente en un cuarto y debió esperarlo algunos tensos minutos hasta que optó por salir para cruzar un frío intercambio.   

Según trascendió, el referente del Ateneo hizo un último intento por traspasar la puerta de su local e interceptar a Lunghi en los adoquines de Mitre, cuando cruzaba desde el hotel Libertador a la UCR. Sin embargo, sus militantes lo frenaron para evitarle un disgusto similar al de las PASO de 2019.