Con el Oído Agudo

En tren de ajustes obligados por la coyuntura económica, la administración lunghista puso punto fin a la locación de lo que se bautizó como la Casa de la Cultura, la esquina de Rodríguez y Belgrano.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa razón y decisión esgrimida desde el Ejecutivo, a través de la Dirección de Cultura, versó sobre un asunto meramente económico. Como en distintos hogares u organismos oficiales, los valores de los alquileres se triplicaron y, el Gobierno la consideró imposible de solventar en tiempos de crisis, más allá de que mucho se hizo para instalarse y recuperar dicho patrimonio.
La reseña cuenta que se trata de un edificio de estilo francés, diseñado por el arquitecto Ramiro Penacchi a partir de 1912, a pedido de la familia Manochi. Su construcción finalizó en 1918. La obra, en su época, fue ubicada como la más costosa de la ciudad, junto al Palacio Municipal y el edificio del exBanco Hipotecario. Está situada en el área perimetral de la plaza fundacional de la ciudad, ocupando un sitio de privilegio en nuestra traza urbana, representando una arquitectura relevante, donde la influencia francesa se encuentra presente en cada ornato y en la distribución espacial. Si bien en su origen esta construcción fue diseñada como residencia familiar, con el correr del tiempo se le fueron destinando otras funciones. Entre otros organismos, funcionó allí la División de Caballería Blindada y fue sede de la Inspección General de Escuelas dependiente de la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.