Se ha dicho y se replicará por estos días/semanas: en tiempos de debate del presupuesto a presentar, sabidas son las complicaciones que enfrentan las administraciones comunales en este reacomodamiento de las cuentas por imperio de las prioridades del Gobierno nacional y las limitaciones de la Provincia, con el aditamento de que los intendentes bonaerenses se topan con miradas diametralmente opuestas respecto a cómo ven el Estado y sus funciones precisamente de quienes dependen que les envíen fondos, más allá de la prolijidad que pueda mostrar una administración comunal.

En ese tren, volvió a juntarse el Foro de Intendentes Radicales de la Provincia de Buenos Aires, cuyas autoridades mantuvieron un encuentro con el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, para analizar la situación financiera de los municipios y reclamar la cancelación de deudas pendientes que la Provincia mantiene con las comunas.

Después del duelo electoral que resultó para la gran mayoría de los jefes comunales de boina blanca, retomaron el órgano que busca canalizar las demandas comunes ante las autoridades provinciales, siempre receptivas a la hora de escuchar las necesidades pero no siempre expeditivas a la hora de responder con soluciones, generalmente por las citadas limitaciones que la propia administración provincial padece por aquellas prioridades de Nación.