SIGUEN LAS CAMPAÑAS&nbsp;Algo cambió. En medio de la conflictividad del tránsito en la ciudad, el Gobierno comunal finalmente retomó la iniciativa y avanzó con campañas de concientización vial.En este sentido, y después de capitalizar el impacto que tuvo la propuesta informativa tras el cambio de la circulación en las rotondas de la Ruta 226 en virtud de la nueva cartelería, recientemente sumó otro episodio.Esta vez apuntó a los giros a la izquierda en avenidas. Con tono directo y concreto, compartió a través de la cuenta oficial de la agencia de comunicación del Municipio un posteo para explicar algo básico.“La seguridad vial la hacemos entre todos”, se titula la publicación que se encuentra acompañada por una serie de imágenes que replican el mensaje de manera clara.“¿Cuándo se puede doblar a la izquierda en avenidas?”, pregunta y enseguida responde que “según la Ley Nacional de Tránsito 24.449, el artículo 44 inciso F, en vías de doble mano reguladas por semáforos ‘no se debe girar a la izquierda salvo señal que lo permita’”.Y aclara que “en avenidas donde a lo largo de su trayecto cuenten con algún semáforo, no se debe girar a la izquierda exista o no un semáforo en la intersección salvo señal que lo autorice”, y para finalizar, insta a evitar siniestros viales y a respetar las leyes de tránsito.En definitiva, se trata de un mensaje que contribuye en la construcción de una ciudad con mejor tránsito en sus calles.&nbsp;ACTORES SE BUSCAN PARALA HISTORIA DE TATA DIOS&nbsp;La matanza de 1872 y el personaje Tata Dios sigue siendo materia de estudio de historiadores, cinéfilos y curiosos del pasado tandilense, a tal punto que las miradas sobre aquella tragedia que conmovió más allá de las sierras mantiene polémicas, miradas distintas.Se publicó en este Diario sobre un revisionismo histórico del tema, propiciado por profesionales de la Unicen que, bibliografía y pruebas documentales bajo el brazo, buscan torcer la historia hasta ayer escrita y reinterpretarla, a tal punto que formaron un grupo que bautizaron Frente Cultural Gerónimo Solané, cuyos integrantes de hecho fueron materia de consulta por medios porteños.Precisamente desde la citada CABA –según le llegó a este Oído- arribaron a la ciudad interesados en filmar una película sobre Tata Dios y aquella masacre, para la cual abrieron una convocatoria a actores de la ciudad para conformar el elenco.Pero los cinéfilos porteños se toparon con un suceso imprevisto. Convocaron precisamente a vecinos que conforman o son afines a los intereses y convicciones de dicho frente cultural, quienes al anoticiarse de las “verdaderas intenciones” del guión a contar en la proyección, rechazaron el convite.Al decir de las voces indiscretas que llegaron a esta sección, los promotores del futuro film aún no encontraron eco, ni actores, para poder contar su historia, que sería muy contraria a lo que los tandilenses citados pugnan por reivindicar.Al decir de la “resistencia” académica vernácula, aquel sangriento episodio del 1 de enero de 1827 juzgado estuvo atravesado por el odio al extranjero, el mesianismo y la complicidad del poder local de turno que, claramente, motiva debates, controversias y nuevas hipótesis historiográficas. Como ya es notorio, la grieta argentina no empezó en estos tiempos, y la historia y la interpretación de la misma evidencian el país de siempre.&nbsp;JUICIO POR JURADOSY LA PARTICIPACIÓN&nbsp;A una década de su implementación, continúa el debate sobre las bondades, beneficios y capacidades logísticas para la práctica de los juicios populares en el fuero penal.Si bien es público y notorio que persisten tanto los adherentes como los detractores del sistema ya aplicado, e independientemente de los resultados particulares que se dan en torno al desenlace de equis debate, cada vez más la comunidad judicial pregunta y se pregunta, hasta qué punto el esquema aporta al espíritu que persigue, en pos de acercar el sistema de justicia a la ciudadanía y que sea ella, a través de sus veredictos, la que se introduzca en las decisiones de los litigios. Siempre, con el objetivo de ayudar así a la transparencia de los actos y credibilidad de la institución.Se insiste que más allá de los que están a favor y en contra, redunda el interrogante sobre si en estos tiempos que corren hay interés real de la ciudadanía, en el vecino de a pie, en participar y ser parte.Salvando las distancias de acuerdo a la sensibilidad de los casos que se debaten y por los cuales se dicta un veredicto (nada más y nada menos que resolver la suerte procesal de un imputado -si va preso o no-), tiene un parangón con la participación en los comicios y más aún, con la voluntad de ser integrante de la mesa de fiscalización.Es que cada vez cuesta más, se hace más tortuoso para el personal del tribunal hacer la convocatoria y que respondan a ella, más allá de subrayarse que se trata de una carga pública.A pesar de que el mecanismo parece aceitado, ante la evidente precariedad con que se sostiene el sistema judicial (en recursos humanos e infraestructura), las citaciones al vecino de acá y más allá también resultan un naufragio para las huestes judiciales, llegando hasta la resignación de tener que “aceptar” ciudadanos que integren un jurado a sabiendas de que su vago perfil, indescifrable personalidad, podría ser un contratiempo, un dolor de cabeza, para los intereses de las partes, incluso de la víctima y el victimario.A estas alturas, las convocatorias se extienden en número del padrón a cada vez más personas, a sabiendas de que un sensible porcentaje por razones diversas se excusará de acudir a la cita. Luego de ello, la “zaranda” para elegir entre los que quedan a los que por mera especulación, se concentrarán al rigor de lo que impone el delicado juicio por atravesar.Ya una vez en el debate, la lucidez, habilidad, paciencia, del acusador, defensor y hasta el propio magistrado que lleva adelante el juicio maratónico (horas y horas de audiencias) para que el jurado mantenga la concentración, el ánimo, en pos de arribar a una conclusión “lúcida” que llevará a, nada más y nada menos, que resolver el futuro de los protagonistas de la historia que está en pugna.Se insiste desde los pasillos del juzgado -ya no está en juego si el sistema implementado es para mejor o peor- sobre la distancia entre lo ideal, lo seguramente estudiado para ayudar a acercar el servicio de justicia a la gente y la realidad.El desgano, la apatía, el descrédito a la misma institución llevan a especular a más de uno que se trata más de una parodia, un montaje para hacer que se hace, más que una real dimensión de un servicio de justicia eficaz y eficiente.&nbsp;DESPEDIDA CON CONFLICTO&nbsp;Terminado el ciclo de las sesiones de la conformación 2023/2025 del Concejo Deliberante, el encuentro legislativo del último jueves ofició de despedida pública, un adiós dedicado tanto a los pares como de los vecinos desde el recinto.Sorprendió una ausencia y fue la de Nicolás Carrillo que, vale decir, había pegado varios faltazos en los últimos dos años. Y más allá de los motivos que seguramente esgrimirá públicamente, dejó un conflicto latente en torno a un proyecto que sigue frenado en la Comisión de Economía.Como se había anticipado en este mismo espacio, se trató de un pedido para eximir de una deuda de tasas a la vieja firma Los Charitos, trámite necesario para conseguir la habilitación del Salón de Usos Múltiples “Casa común” que el Movimiento Evita construyó en Wascalde y Pierrone.Según el expediente en danza, generó bastante ruido que hasta la capilla de la zona, a cargo del padre Andrés, quedó incluida en el Renabap, que es el Registro Nacional de Barrios Populares que permite avanzar con la regularización dominial de terrenos ocupados.Precisamente, la situación original de esas tierras fue la situación que generó “ruido” entre los concejales que debatieron el expediente y optaron por dejarlo en comisión. Pero además, trascendió que la tesorera de la asociación civil que comanda el SUM, militante del Evita, asumirá el próximo 10 de diciembre una banca en el Concejo.Es más, en plena discusión en comisión –acalorada, por cierto-, el propio Carrillo habría sacado a relucir que integró la toma de la exfábrica Ronicevi, cuando un grupo de trabajadores intentaba salvar la producción en un proceso judicial por quiebra.Ya en despedida, algunos confirmaron la interna abierta en el peronismo por un tema que hizo saltar la cohesión que había resistido hasta las elecciones de septiembre. En ese marco, alguien escuchó decir a la edil peronista Nélida Sereno, en tono contundente: “Nunca avalaré tierras tomadas”.Final abierto para el expediente y para la interna, que se vendrá renovada con la asunción de los concejales electos en septiembre.&nbsp;CONSENSO Y POSTERIOR PAPELÓN&nbsp;Mucho se habló en este espacio y en las páginas del Diario de la discusión, las idas y venidas, el intercambio y las posturas, y la resolución alcanzando el consenso en torno a la ordenanza en defensa de la salubridad pública para controlar desmanes y ruidos molestos que ocasionan motociclistas.Como se informó, hace menos de un mes se alcanzó un acuerdo y, por unanimidad, se aprobó la ordenanza con algunas modificaciones. Allí resultó fundamental la mirada técnica y la redacción de la legisladora y abogada Noelia Domenighini.En pleno debate legislativo, uno de los puntos que destacó la legrada fue, justamente, que la ordenanza se valía por sí sola y que no demandaba una reglamentación, debido a que todo el procedimiento había quedado claramente detallado en la norma.Sin embargo, días después, el subsecretario de Protección Ciudadana, Juan Ibáñez, anunció que el Ejecutivo trabajaba en la reglamentación de la ordenanza de motos. Si bien dijo que debía concretar acuerdos con los jueces de Faltas, quienes ordenarán allanamientos por ruidos molestos cuando los motociclistas no se detengan en los operativos de control, se guardó el dato de un punto que realmente molestó en el Gabinete.Según le llegó a este Oído, la principal modificación que buscan “retocar” con un decreto reglamentario es el artículo que establece que luego de la actuación de la Justicia de Faltas se deberá remitir a la Justicia bonaerense para que avale el procedimiento, en una suerte de contralor para evitar futuros reclamos de los vecinos sobre los que recaigan las órdenes de allanamiento.El malestar sigue latente y la tensión va creciendo entre el Ejecutivo y los bloques de la oposición, que calificaron de “papelón” que los funcionarios del Gabinete hayan desautorizado el acuerdo logrado por los concejales radicales para sancionar la ordenanza que tanto reclamaba la Secretaría de Protección Ciudadana.En diciembre, con las despedidas, las asunciones, el Presupuesto 2026 y las Fiestas, puede que este entuerto se diluya. Sin embargo, ¿quedarán las esquirlas de cara al tratamiento de futuras ordenanzas? Construir confianza es un trabajo de hormiga que puede destruirse con gran facilidad…&nbsp;&nbsp;&nbsp;&nbsp;

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