ENFOQUE
Es precisa una comisión de la verdad que repare y prevenga el abuso contra las infancias
El 10 de diciembre de 1983 Raúl Alfonsín asumió la Presidencia luego de siete años de dictadura militar. Cinco días después, creó por decreto la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) con el fin de investigar los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura.
Durante 280 días, ese órgano descentralizado recorrió el país en busca de testimonios de sobrevivientes, familiares y represores y los edificios utilizados como centros de detención. Con esta información clasificaron los relatos e hicieron un análisis a fin de reconstruir los hechos.
El resultado de ello fue el Informe "Nunca Más", entregado al Presidente y publicado por primera vez en 1984.
Las comisiones de la verdad se han desarrollado en Latinoamérica, África, Europa y Asia. De todas ellas, la que hizo especial énfasis en crímenes sexuales fue la de Liberia, África ( 2006 y 2009).
Implican investigaciones a gran escala que responden a situaciones que tienen relatos múltiples, en los cuales los hechos son negados o cuya información no es fácilmente accesible o se la oculta de modo deliberado. A través de esas comisiones, las víctimas y la sociedad toda logran saber qué, cómo y dónde ocurrieron esos hechos.
Por otra parte, la violencia sexual ha sido definida por organismos y cortes internacionales como una forma de tortura debido a las graves consecuencias que ocasiona sobre las víctimas, lo cual ha implicado la imposición de obligaciones especiales a los Estados, las cuales deben ser cumplidas en los procesos internos, tanto penales como investigativos, con el fin de proteger a las víctimas a la luz del derecho internacional en materia de derechos humanos.
La violencia sexual contra bebes, niños, niñas y adolescentes (NNyA) se encuentra invisibilizada y algunas de sus practicas naturalizadas en el mundo.
A tal punto, que el último informe índice Fuera de las sombras, elaborado por Economist Impact, revela que unas 400 millones de personas de esa franja etaria son explotados y abusados sexualmente por día en el mundo.
Según datos recientes del Ministerio de Justicia, se registraron 14.424 NNyA víctimas de violencia sexual entre 2017 y 2022, lo que supone un aumento del 126% en el número de denuncias. Los NNyA representan el 58% del total de esas víctimas. Esas estadísticas sólo se refieren a la pequeña proporción de personas que logran denunciar. Un informe de la OMS sobre violencia sexual en América Latina y el Caribe concluyó que sólo el 5% de las víctimas realiza una denuncia judicial.
La deuda con las y los sobrevivientes de abuso sexual infantil es enorme. Las estadísticas son fragmentarias e insuficientes y no revelan la magnitud de un doloroso problema que debe atenderse de manera urgente.
Por todo ello, una comisión de la verdad en Argentina sería una herramienta fundamental para investigar este tipo de crimen. Al mismo tiempo, se lograría escuchar y acompañar el sufrimiento de las y los sobrevivientes, quienes la mayoría de las veces se enfrentan con el escepticismo, la estigmatización, la falta de justicia y hasta rechazo social. Las comisiones ofrecen un espacio seguro y confidencial en el que narrar experiencias traumatizantes.
En las últimas décadas, decenas de países han creado comisiones de la verdad, entre ellos Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Escocia, Finlandia, Francia, Irlanda, Nueva Zelanda, los Países Bajos, el Reino Unido y Suiza.
Al finalizar su labor y además de brindar informes con los datos recabados, ofrecieron dos tipos de recomendaciones:
- Medidas para aliviar el impacto de abusos sexuales en el pasado, lo que incluye planes de reparación, disculpas oficiales, monumentos conmemorativos, reformas legislativas para ampliar o eliminar plazos de prescripción, y asesoramiento y ayuda psicológica, entre otras.
- Medidas de prevención, como reformas legislativas para hacer obligatorio que se denuncien los abusos ocurridos en todos los ámbitos, investigación de antecedentes de los agentes que trabajan instituciones con menores de edad, formación en protección infantil, mecanismos para que los NNyA denuncien abusos, campañas públicas de concientización y organismos de vigilancia, entre otras.
Las comisiones de la verdad pueden incluso incidir para romper la cultura del silencio y las prácticas legitimadas como el chineo, la convivencia forzada, la corrupción de menores, los embarazos y materinidades forzadas, entre otras, es decir las diversas formas de la explotación y el abuso sexual.
Por ello presentamos un proyecto de ley " Derecho al Tiempo Argentina" ante la cámara de diputados de la Nación, el 21 de julio de 2022 ( EXPTE N° 0051-P- 2022), que propone la imprescriptibilidad de la acción penal de estos crímenes, el cambio de denominación y la creación de una comisión de la verdad y reparación para su investigación.
Crear una comisión de la verdad en Argentina es imprescindible para:
- Escuchar a las y los sobrevivientes, que es el comienzo del camino de la reparación;
- Conocer la magnitud de la problemática y los modos de abuso y captación de menores de edad.
- Registrar los ámbitos donde se perpetraron los crímenes.
Finalmente, y con el resultado de esa investigación, ofrecer las recomendaciones que el Estado necesita para enfrentar este antiguo y severo problema social y de salud pública.
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* Psicoanalista; magister en Violencias contra la Mujer y el Niño (Unesco); presidenta de Aralma, asociación civil que trabaja contra las violencias; y autora de "La niña del campanario", "La niña deshilachada" y "Me gusta como soy", entre otros trabajos.