El maíz sufre el impacto de la sequía y el aumento de precios de los fertilizantes
La campaña con déficit hídrico es un factor que impacta en el estado de los cultivos, a lo que se suma el incremento del costo de los fertilizantes, según lo planteado por un destacado asesor de la región.

El panorama actual y el comportamiento del cultivo de maíz, ya sea para cosecha o silo, es el tema abordado en un nuevo podcast de Eco Campo que forma parte de la serie dedicada al cultivo de maíz.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email
El ingeniero agrónomo Julio Pagola plateó inicialmente que “venimos de tres años con déficit hídrico. El maíz en este ciclo en particular lo está sufriendo”.
Aclaró que la situación “depende de los lugares, ya que lo poco que ha llovido no ha sido igual en todos lados. Hay mucha diferencia, incluso hasta 20 kilómetros a la redonda”.
Por lo tanto, el estado de los cultivos “depende de la fecha de siembra, de cómo están los suelos, si es directa o convencional, y cómo se ha estado comportando, sobre todo en fechas tempranas o más tardías de siembra. Hay un popurrí de maíz”, sintetizó.
Julio Pagola marcó que “hay gente con tambos que ya está haciendo silo porque está sufriendo el tema y tiene que adelantar el picado. Hay lotes para cosecha que se están viendo muy bien y otros que no van a ser buenos, porque no tienen ni el tamaño ni la espiga que necesitamos”.
Consultado acerca de la posibilidad del uso de riego, el ingeniero agrónomo dijo que “deberíamos tenerlo, sobre todo el maíz, que es uno de los cultivos extensivos que más responde. Ya sabemos que la papa, el 90 y pico por ciento se hace con riego”.
Por eso es que “en la zona se han incorporado muchos lotes de maíz a riego, sobre todo con pivot, y se ha avanzado mucho. Eso ayuda, pero lo que pasa también es que siempre se necesita una lluvia básica, por decirlo así, para para tener un buen rinde. De lo contrario es muy exigentes con el riego que le das y hay que considerar el costo que tiene regar, por el tema combustible”.
Dijo además que “quienes riegan tienen un costo más alto, porque tenes que aumentar la cantidad de fertilizante (tanto fósforo como nitrógeno) para poder tener rindes más altos, pero siempre te va a compensar”.
El uso de riego para maíz en la región “no es algo generalizado, sino todavía que lo utiliza un muy bajo porcentaje de los productores, sobre todo de cierta zona donde tenés profundidad. Se está dando en lotes que han sido -en la zona nuestra- de papa y vienen después al maíz, y se puede mantener un pivot- Pero no es algo el productor lo ha podido generalizar. Es algo muy puntual”, recalcó.
Con relación al tema de la fertilización, Pagola dijo que es también un tema que el productor analiza, ya que “en el último año el precio ha subido -por decirlo así – a las nubes, al doble o más del doble de lo razonable, de lo que normalmente tenemos todos estos años”.
Eso ha hecho que “el productor se ha visto en la necesidad -ante la falta de agua- de restringir sus costos, sus gastos, incluyendo al fertilizante. Y tampoco el agua se ha dado en el momento que uno ha aplicado la fertilización nitrogenada, como para ayudar al cultivo a expresar su potencial de rendimiento”.
El picado
En cuanto a la tendencia de los maíces actuales, Pagola dijo que “para el picado, hace años usábamos los sileros puros, que eran plantas más altas y menos granos. Hoy estamos utilizando algunos que son específicos para silo, pero que también podemos tener oportunidad de no picarlo y cosecharlo. Eso es muy importante para el productor porque llegado el momento, si no tiene un buen volumen -uno siempre busca un volumen de planta de importante con una buena espiga- para picado lo pueda cosechar”.
Ejemplificó que este año se dan plantas de 1,70/1,65 metros de altura, que no van a tener el volumen de hoja y de caña para picar, por lo que se podrían dejar para cosecha y ser una buena alternativa.
“Lo que buscamos en los últimos años son materiales que nos puedan servir para las dos alternativas”, recalcó.
Mencionó que “hay determinadas marcas de híbridos que ya son específicos para utilizar en picado y andan muy bien, con una diferencia bastante importante”.
La siembra en la zona
Julio Pagola señaló que en los últimos años venía aumentando la superficie destinada al maíz. Pero “este cultivo, tanto como el trigo y la cebada, son los que más fertilizantes llevan, por lo que son los que más costos tienen”.
Y volvió a plantear que “el productor se ha visto en el último año restringido en el uso de fertilizantes por el costo excesivo”.
De allí que se haya modificado la distribución de la superficie destinada a cada cultivo. “Desde hace unos cuántos años, la zona de Tandil era la región de fina por excelencia. El 50 o 60 por ciento del cultivo en el campo era fina, incluso cuando llegó la cebada con la soja de segunda bajó la cantidad de trigo”.
Pero, “hoy vemos que se ha bajado un 20 o 30 por ciento la superficie de fina creciendo la gruesa. El girasol ha crecido bastante, con muy buenos rindes y creo que ha decrecido la soja”.