Insuficiencia venosa: las várices aparecen tiempo después de que la vena funcione mal
Por eso la importancia de la prevención y tratamiento para evitar complicaciones más graves. El riesgo de no atender un problema venoso puede desencadenar en una trombosis o úlcera. Las intervenciones son ambulatorias y a medida de cada paciente.

La insuficiencia venosa es una alteración en la función de ese sistema por el cual la sangre que debería ir desde los miembros al corazón no puede subir correctamente. Así lo explicó el doctor Rolando Tamburelli, especialista universitario en Flebología y Linfología, en diálogo con Eco Salud de El Eco Multimedios.
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“En el caso de las piernas, la sangre es impulsada por las venas por un sistema de válvulas, y debería ser de abajo hacia arriba”, indicó el especialista quien detalló que si “por algún motivo no puede cumplir esa función y esos líquidos quedan en los tejidos, se producen los síntomas”.
Esa situación, en líneas generales, es porque hay un problema en la vena, en la pared venosa o en las válvulas. “Esa enfermedad viene genéticamente ya predeterminada, hay válvulas que no se forman o están funcionando deficientemente o se afectan cuando se dilata, no funciona, es muy débil, las válvulas se dilatan, no coaptan, no retienen la sangre, cuando debería subir empieza a bajar, se chocan con la que sube en cada contracción del corazón o muscular y se produce una alteración en la subida de la sangre”, detalló Tamburelli.

El médico explicó que en un primer momento va a pasar que esos líquidos quedan en los tejidos y comienzan a sentirse los síntomas, “sobre todo en las personas mayores de 30 a 40 años, en las mujeres después de los embarazos, en quienes trabajan muchas horas de pie o sentados, que no tienen mucha actividad muscular, expuestos a calor excesivo en las piernas, esos son predisponentes a tener várices, pero aparecen mucho tiempo después de que la vena funcione mal”.
Lo que aparece primero es el síntoma de ese líquido que queda en los pies, se hincha la pierna, “el paciente refiere que se le cansan las piernas sobre todo al final del día, o a la noche, le pican, se le pasa cuando levanta las piernas, esos son los primeros síntomas de la insuficiencia venosa”, explicó el especialista y detalló que “comienzan a aparecer arañitas, venas dilatadas, sobre todo alrededor del tobillo, cambia la coloración de la piel hasta que aparece la vena grande dilatada, un familiar lo tiene, ya que hay una carga genética. Hay un gen que determina si habrá más posibilidad de tener insuficiencia venosa”. Al tiempo que aclaró que “la carga genética la lleva más el padre que la madre, los hijos, sobre todo mujeres, tienen más posibilidades de tener várices. La carga genética más la predisposición por el trabajo, es estadístico. El paciente obeso tiene más posibilidad porque hay más peso sobre las piernas”.
En ese sentido ayuda la actividad física, ser delgado, la alimentación sana, si la persona trabaja de pie ayuda que camine, si está sentado también, usar ropa suelta, buen zapato, todo eso va a favorecer a que tarde en producirse la várice, indicó Tamburelli.

Los dolores aparecen en un segundo estadio, “es por la estimulación de las pequeñas terminales nerviosas y edemas, lo que la vena lleva es lo que usaron los tejidos y es tóxico, primero aparece el cansancio, luego dolor, puede haber calambres nocturnos, la aparición es variada. Luego la piel pierde vitalidad y aparecen los cambios de color, a rojo después amarronado y esa piel se debilita tanto que aparecen las úlceras”, explicó el especialista.
Qué puede pasar si no se tratan las várices
“Si se deja la evolución natural se corre el riesgo que se forme un coágulo en la vena, salir, y convertirse en una trombosis”, manifestó Tamburelli y explicó que “si ese coágulo se aloja en el cerebro puede hacer un ACV; en el pulmón un tromboembolismo pulmonar; en el corazón un infarto, por eso es de vital importancia tratar la enfermedad antes que produzca el daño secundario”.
Otra de las consecuencias de no tratar una várice es la úlcera, que si bien limita mucho al paciente, se da en personas grandes, “no es tan grave como la trombosis. Esas son las dos situaciones graves que se presentan si no se trata la evolución natural de la enfermedad”, indicó el especialista.
En el caso de las mujeres, “al cuidarse mucho más la pierna, ve las arañitas y comienza a tratarse, porque sabe cuál es la evolución natural de la enfermedad”, relató Tamburelli y explicó que en esos casos se consulta por la genética, por la cantidad de embarazos que tuvo, si permanece muchas horas trabajando, el peso, la altura, el tipo de actividad física que realiza. “Si la vemos por una cuestión estética seguimos su evolución mucho más de cerca que en un paciente que se dejó estar y aparece con una várice grande”.
Los tipos de tratamientos que se utilizan
El primero se denomina higiénico dietético donde se indica al paciente cómo tiene que alimentarse para llevar una vida más armoniosa, la cantidad de horas de trabajo cómo las distribuye y tiene que moverse, qué tipo de actividad física es aconsejable. En el caso de las personas que corren, cómo lo tienen que hacer. Y en las personas que no hacen ninguna actividad se le realizan las recomendaciones de acuerdo a la edad que tiene y a las enfermedades concomitantes.
Luego se aplican medidas más locales como “una media de compresión graduada que ayuda al retorno venoso, o darle una medicación como flavonoides que son drogas naturales de extractos vegetales, y eso mejora la contractividad de la vena para que pueda recoger los líquidos y subirlos. Y si con eso no alcanza, hay medidas invasivas sin llegar al extremo de una cirugía”, manifestó Tamburelli.
En el caso de las arañitas “se usan inyecciones con micro agujas donde se inyecta una sustancia esclerosante, la vena se irrita, se cierra y desaparece. Si son venas más grandes hay esclerosantes un poco más fuertes o si se presenta un gran territorio venoso que está funcionando mal, en vez de sacarlo como hacíamos en otras épocas, con una pequeña punción se puede ingresar una fibra láser, un catéter de radiofrecuencia o una espuma”, detalló el especialista quien explicó que en ese caso “se coloca dentro de la vena, se tapa la que funcionan mal, queda anulada. Van a quedar las venas que funcionan bien”. E indicó que “con eso se evita que se forme un coágulo, pase a una vena más importante y genere una obstrucción. Nos anticipamos a un problema grave”. Hay que tener en cuenta que los tratamientos son ambulatorios y a medida de cada paciente.
“La consulta cuando más rápido se haga más fácil es hacer el tratamiento si lo necesita. Lo que más vamos a invertir es en prevención que es más económica, más cómoda y la más fácil de hacer”, concluyó Tamburelli.