La situación hídrica es una de las mejores de los últimos años para cultivos de fina
La afirmación del meteorólogo Leonardo de Benedictis fue en el marco de su exposición en la Jornada de Actualización Técnica (JAT) del Grupo Don Mario. Un podcast de El Eco Campo tomó sus principales conceptos.

Al analizar el panorama climático de la campaña agrícola 2025/26, el meteorólogo Leonardo de Benedictis no dejo dudas en que “la situación hídrica actual es una de las mejores de los últimos años, con recarga no solo superficial sino también a nivel de napas”.
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A la vez confirmó la alta probabilidad de transitar una situación neutral del fenómeno ENOS durante el invierno y la primavera, con humedad temprana (a partir de agosto/septiembre), con lluvias por encima de los promedios en octubre y noviembre, especialmente en el centro-este y norte.
Ante 1.200 profesionales y productores que participaron a través de streaming, de Benedictis expuso un detallado panorama climático.
La presentación se centró inicialmente en la metodología utilizada para los pronósticos, explicando que se basan en la combinación de múltiples modelos meteorológicos de primer nivel (europeos, de Estados Unidos, Australia, Japón, etc.). Este enfoque de pronósticos por ensamble o conjunto busca minimizar los errores inherentes a los modelos individuales.
Leonardo de Benedictis enfatizó que la meta no es predecir la cantidad exacta de milímetros de lluvia para un punto específico, lo cual se considera utópico debido a la variabilidad espacial de las precipitaciones. En cambio, la filosofía es mostrar tendencias generales (campaña húmeda o seca) e identificar momentos críticos o períodos a los que prestar mayor atención.
Panorama
Respecto a la situación actual, el meteorólogo señaló que las condiciones hídricas son una de las mejores de los últimos años a esta altura, superando incluso la situación post-golpe de agua de marzo-abril del año pasado porque la humedad actual no es solo superficial, sino que también implica un cambio en la tendencia de las napas.
En cuanto a la perspectiva a largo plazo, la tendencia general para los próximos meses, especialmente durante el invierno y la primavera, es que se mantenga la situación neutral (ni El Niño, ni La Niña).
Sin embargo, para finales de año y principios del próximo, existe una alta incertidumbre, con probabilidades de neutralidad. A pesar de la fase neutral, puede haber meses con precipitaciones por encima de los promedios.
El pronóstico mes a mes presentó los puntos clave de cada mes.
De Benedictis planteó para mayo una situación típica con lluvias concentradas en el este/noreste argentino, sur de Brasil y Uruguay, disminuyendo hacia el oeste, con una frecuencia de heladas moderada.
El pronóstico para junio continúa con una situación típica, con un núcleo de lluvias significativo en el extremo noreste (Corrientes, Misiones), con acumulados superiores a 90 mm. La frecuencia de heladas se pronostica dentro de los parámetros promedio o ligeramente por encima, sobre todo en la parte central.
Julio se perfila como el mes más significativo para la frecuencia de heladas en el centro y norte de Argentina. Las lluvias previstas se mantienen dentro de los promedios en la mayoría del país, quizás un poco por encima solo en Misiones.
Los gráficos exhibidos para agosto comenzaron a mostrar un cambio interesante con la aparición de tonalidades amarillas (indicando más humedad) en el sur de Brasil, parte de Paraguay y el noreste argentino. Esto sugiere una primavera potencialmente más temprana en cuanto a humedad, algo que no se veía hace varios años. Un mayor caudal de lluvias contribuye a bajar la frecuencia de heladas, explicó el profesional.
La primavera
Según de Benedictis, septiembre presenta un marcado gradiente de precipitaciones sobre todo el noreste argentino (Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa, Norte de Santa Fe). “Tener esta humedad ya en septiembre es un paso muy importante en comparación con años recientes donde la primavera llegaba mucho más tarde o no llegaba. Al no haber golpes de calor tempranos, se sostiene la humedad y se reduce el riesgo de heladas tardías”, explicó.
Para octubre se proyectan lluvias por encima de los promedios en la parte norte y centro-este del país. Paralelamente comenzarán a aparecer los primeros golpes de calor en el norte argentino, “aunque aún nada grave, acotó”.
Leonardo de Benedictis planteó que para noviembre se espera muy buen nivel de lluvia, con áreas que podrían superar los 150 milímetros en promedio. Esto plantea la posibilidad de lluvias excesivas o espaciadas. A pesar de la posibilidad de entrada de aire frío, el riesgo de heladas tardías es muy bajo debido a la alta humedad que reduce la amplitud térmica. Los golpes de calor seguirán siendo escasos.
En cambio, en diciembre la situación de golpes de calor está cerca de los niveles promedio para ser un mes de verano, sin mostrar aún impactos significativos y as lluvias importantes continuarán.
En resumen, según el trabajo de de Benedictis realizado con el panorama actual, la campaña se presenta con una excelente situación hídrica inicial y proyecciones de humedad temprana a partir de agosto/septiembre en el noreste, lo que reduce el riesgo de heladas tardías.
Los pronósticos a seguir de cerca incluyen la cantidad de agua, el riesgo de heladas y el riesgo de golpes de calor, variables cruciales para el cultivo de trigo.