ECO SALUD
Sistema linfático: cómo prevenir desde la consulta temprana
Se trata de un conjunto de órganos y tejidos que están involucrados en la inmunidad. El linfedema no tiene cura pero sí tratamiento como muchas enfermedades crónicas..
El sistema linfático es un conjunto de órganos y tejidos que están involucrados en todo lo que tiene que ver con la inmunidad, explicó la doctora Milagros Solana, especialista en Flebología y Linfología.
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En diálogo en Eco Salud de El Eco Multimedios, explicó que “tenemos los órganos que tienen que ver con la formación, el transporte y el reservorio de los glóbulos blancos que están involucrados en la defensa que son la médula, el hígado, el vaso y el timo; y por otro lado los ganglios y los conductos linfáticos”.
Y en ese punto especificó que “tenemos tres tipos de vasos: las arterias (que son las que llevan la sangre oxigenada), las venas (que recogen esa sangre que hizo el cambio metabólico y gaseoso y vuelve al corazón para volver a oxigenarse) y un tercer grupo de vasos que nacen a nivel tisular que son los conductos linfáticos”.
Solana detalló que “estos últimos están encargados de llevar toda el agua que no se puede llevar la vena y las proteínas de alto peso molecular, principalmente las proteínas, detritos celulares y todo lo que tenga que ver con la inmunidad como virus o bacterias que vayan encontrando. Eso lo recogen y van a ir al lugar de procesamiento que son los ganglios”.
Asimismo indicó que “en el ganglio se va a desencadenar toda la respuesta inflamatoria: por ejemplo, cuando tenemos una faringitis se inflaman para desencadenar y llevar a cabo toda la respuesta.
Cuando el sistema linfático no funciona bien aparece el linfedema (edema de origen linfático), que es un acumulo de agua y proteínas de alto peso molecular en una determinada zona”.
Y agregó, a modo de ejemplo, que “sí yo tengo un conducto linfático ubicado en la pierna o un ganglio en la ingle que dejaron de funcionar, el linfedema lo voy a tener en el miembro inferior”.
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Además “puede haber una enfermedad maligna que esté sobre produciendo alguna célula y por eso está el ganglio inflamado”, expresó la especialista aunque remarcó que “no siempre que los ganglios estén inflamados es signo de que algo funciona mal”.
Síntomas que presenta un linfedema
La presencia de un linfedema “genera aumento del diámetro del miembro donde primero va a hacer una acumulación de líquido blando, que cuando se prolonga en el tiempo se endurece y el edema es rígido”
“Ahí se complica más el tratamiento porque cuesta más sacar el líquido del lugar”, detalló Solana.
Y agregó que “con el paso del tiempo y sin tratamiento provoca deformidad con dificultades para el movimiento de los miembros; erisipelas (úlcera cutánea) residuantes porque está involucrada la inmunidad y en ese miembro las defensas están bajas”.
“Para la persona en su vida cotidiana es muy difícil encontrar ropa, duele, molesta, pesa, muchas veces no quiere salir de su casa, le cuesta la vida social, todo le queda incómodo y a nivel psicológico también afecta a los pacientes”, describió la especialista.
La consulta temprana, fundamental para prevenir el el sistema linfático
La médica apuntó que la consulta se aconseja hacerla cuando la persona nota que un miembro está diferente al otro: “cuanto antes mejor porque más tenemos para hacer y prevenir”.
“El linfedema no tiene cura pero sí tratamiento como muchas enfermedades crónicas como pueden ser la presión o la diabetes”, subrayó.
Tratamiento y cambios de hábitos
La aparición de un linfedema requiere tratamiento que, entre otras cosas, la persona tiene que incorporar en la vida que “no son otra cosa que cambios de hábitos y cambia mucho la evolución”, indicó Solana.
La especialista explicó que el tratamiento tiene cinco patas: la elastocompresión (medias o vendas elásticas), reposo fraccionado (para cortar la cantidad de horas en posición vertical), ejercicios (para ejercitar y trabajar el drenaje), medicación (la misma que se usa para la parte venosa) y el drenaje linfático (manual o botas de presoterapia).
“Los ejercicios son fundamentales en el drenaje linfático, el cotidiano como caminar, andar, ir a hacer las compras. Si una persona presenta obesidad, le cuesta moverse, tiene alguna articulación que está afectada e imposibilita, todo eso va a hacer que cueste la evolución”, detalló.
“Yo le digo a mis pacientes: te estoy cuidando tu vejez, quiero que llegues a grande y puedas hacer lo mismo que haces hoy”, concluyó.
La doctora Milagros Solana atiende en el Centro Médico Ictum Salud, en Maipú 421. O por Instagram la encuentran en @ictumsalud