EL ECO PODCAST
Tras la molienda de maíz, productos de Tandil conquistan espacio en todo el país
El agregado de valor en origen al maíz es una opción más que interesante que genera mano de obra y contribuye a cerrar la cadena. Tandil tiene un claro ejemplo de ello.
En el marco de la serie de podcast de Eco Campo dedicados al cultivo de maíz, un nuevo capítulo está destinado a conocer la experiencia local en el agregado de valor mediante la industrialización de la cosecha.
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Ezequiel Álvarez, comercial del molino de maíz Alimentos Tandil, perteneciente a Coopagro (Cooperativa Agropecuaria de Tandil Limitada), fue el responsable de referirse a la molienda con destino a importantes fábricas de snacks del país y al abastecimiento de la marca propia.
“Nosotros le damos un valor agregado al maíz. Somos una unidad de negocio de Coopagro, la Cooperativa Agropecuaria”, planteó inicialmente y agregó que “estamos en el Parque Industrial de Tandil. Somos un molino de maíz, de molienda seca”.
Álvarez relató que “atendemos a la industria en distintos puntos del país.
La molienda tiene procesos diferentes. Hacemos para preparar la famosa polenta con marca propia y también con marca blanca”.
Actualmente se opera en dos turnos, y según el cliente se trabaja con sémolas para extrusado, además de atender a Pepsico y Granix, entre otros para cereales y desayunos; mientras también hay subproductos o harinas destinados a complejos vitamínicos. En este último rubro, la entrega se realiza a TandilCoop.
El proceso
Al referirse al proceso, Álvarez planteó que reciben de su acopio (la Cooperativa Agropecuaria de Tandil es uno de los principales socios) un maíz especial, con seguimiento muy determinado, que se cosecha con entre 18 a 16 por ciento de humedad, dependiendo de las condiciones climáticas.
“La Cooperativa tiene preparadas silos especiales para el acondicionamiento para el molino de Alimentos Tandil. Se acondiciona y se seca a aproximadamente 14/14,5. Así se prepara para que dure todo el año y estar abastecidos hasta la próxima cosecha”, señaló.
Luego se realiza el traslado desde el acopio al molino, todo dentro del Parque Industrial; se recibe y se hace un previo control de calidad en el que se mide si el grano está fisurado y su humedad, entre otros elementos.
El paso posterior es la separación en los silos, cuyo acopio tiene una capacidad de 750 toneladas.
Para ser utilizado en la molienda, el maíz debe caracterizarse por ser duro o semiduro, y colorado. “Eso es lo principal para una buena molienda. Y para que después, cuando nuestros clientes nos piden diferentes especificaciones de granulometría o demás, podamos llevarlo a lo que nos solicitan”, afirmó Álvarez.
La granulometría puede ser gruesa o fina, y de ahí es donde sale la famosa polenta instantánea.
“Se lleva a una harina tipo polvo y se depende de grasas y principalmente la granulometría, ya que mucho de eso depende de cada cliente y de su maquinaria para elaborar el producto final”, se señaló.
Calidad y crecimiento
Ezequiel Álvarez marcó que se observa un crecimiento paso a paso. “Hemos crecido a lo largo y a lo ancho, atendiendo a fábricas de snack. Hemos atraído a nuestros clientes principalmente por la calidad, que es lo que buscamos”.
Dicho aspecto se garantiza a través de “un laboratorio específico, con una encargada y un grupo de técnicos que están continuamente especializándose y haciendo cursos para mejorar y llegar a satisfacer la calidad requerida por los clientes”.
Como ejemplo del grado de calidad alcanzado, vale mencionar que el principal cliente es Pepsico. “La demanda es mucha y tenemos controles continuamente, al igual que auditorías continuas. También proveemos a Granix, entre otros clientes importantes. Pero nos encanta la calidad y que nos auditen, para ir mejorando continuamente”.
Con relación al impacto del clima en la provisión de materia prima, Álvarez relativizó tal aspecto y destacó que “al contar con un acopio propio y trabajar con Coopagro, tenemos tranquilidad. Pero también dependemos a veces del clima, ya que mucha agua nos complica por el tema de la humedad, ya que si se baja mucho la humedad cuando se acondiciona para el acopio, se rompe y genera problemas de fisuras y demás”.
El futuro
Consultado acerca del futuro, Ezequiel Álvarez recordó que “hace cuatro años arrancamos para darle un valor agregado más a esta cadena. Acá mismo, empezamos en el Parque Industrial con una fábrica de snack -denominados Bots- y con la que estamos llegando a toda la provincia de Buenos Aires y gran parte del país”.
Acotó que “siempre trabajamos sobre la base del maíz, que es el extrusado, el famoso chizito. Y estamos creciendo constantemente y mejorando, con diferentes gramajes”.
En materia productiva señaló que calculan que a mitad de año se agregará un tercer turno; mientras que en la molienda también habrá un tercer turno destinado al fraccionado de la marca propia y diferentes marcas blanca, como Cooperativa Obrera, Molinos Campodónico y algunas más.
“Tenemos fe y confianza en que vamos a crecer, por eso que apostamos a un tercer turno de producción”, cerró Ezequiel Álvarez
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