Asaltaron a la empleada de una heladería y la amenazaron con “volarle” la cabeza
Dos delincuentes protagonizaron el atraco con sus rostros cubiertos, aprovechando el horario en que hay menos afluencia de gente. Se alzaron con el dinero de la recaudación y huyeron. Las víctimas aseguraron que la zona “está brava” y que hubo varios ilícitos de las mismas características en las últimas semanas.
En el marco de una seguidilla de robos a mano armada que se registró en las últimas semanas, el jueves en horas de la noche la heladería Marea, situada en Lunghi al 800, fue el escenario de un asalto protagonizado por dos delincuentes que se alzaron con el dinero y huyeron.
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Agustina Pis, una de las empleadas, contó que el atraco sucedió alrededor de las 21.10 cuando se encontraba atendiendo el local junto a otro de los empleados, Federico Carmon.
De pronto, ingresaron dos jóvenes con sus rostros cubiertos y le exigieron que les entregara el dinero.
“Yo me puse tan nerviosa que no supe actuar, no pude hacer nada. Entonces me volvió a gritar pidiéndome la plata. Eran dos, uno quiso ingresar por el costado para pasar de este lado del mostrador, pero al ser un lugar tan chiquito no pudo. Así que empezó a gritarnos, que me apurara, que le diera la plata porque si no me iba a volar la cabeza. Atinó a sacar algo, no vi si era un revólver, un cuchillo, se levantó la remera como que algo iba a sacar”, relató.
En ese momento, ella abrió la caja y le entregó el dinero de la recaudación del día. “Al chico que tenía enfrente mío le di todo el cambio grande y se fue, mientras que el que se levantó la remera se llevó el cambio chico, y se fueron corriendo”, indicó.
“Estaban apurados”
La heladería abrió sus puertas en julio y es la primera vez que sufre un asalto.
“Estaban tapados, se les veían solamente los ojos, tenían una especie de cuellito y gorra y más de 20 años no tenían”, describió.
Por su lado, Federico Carmon contó que una vecina le comentó que los vio que salieron corriendo para Chienno en dirección a Alonso, se subieron a una moto y se dieron a la fuga en dirección a los monoblocks.
“Se ve que tenían todo preparado para irse rapidísimo. Querían que todo fuera rapidito e irse, estaban apurados. Se ve que estaban espiando y sabían que en ese horario la gente come, no anda nadie, no hay mucho movimiento en la calle, y aprovecharon. A las 21 no anda nadie en la calle”, afirmó.
Y Agustina Pis agregó que “nos apuraron mucho porque seguramente pensarían que venía gente y fue todo muy rápido”.
En cuanto a la presencia policial, aseguraron que suele andan la Policía Local caminando y móviles que van por la avenida cada una hora aproximadamente, pero justo en ese momento no pasaron.
Estimaron el dinero sustraído en entre mil y 1200 pesos.
“Lo viví con mucho miedo”
“Yo lo viví con mucho miedo, tuve una crisis de nervios y llanto. No entendía nada, no podía respirar, pero después vino la policía y me tranquilicé bastante. Vino la hija de la dueña y el hermano, así que estuve contenida”, sostuvo.
Adelantó que van a tratar de reforzar las medidas de seguridad con cámaras y cerrando la reja para atender.
Inseguridad
“Nos contaron unos policías que el sábado pasado robaron en la heladería Iglú que está en Lunghi al fondo, y después me contaron de un par de quinielas que quisieron entrar pero no llegaron a robar por la zona”, señaló.
Y Federico Carmon agregó que “me enteré que le han robado la cartera a una señora, que la han tirado al piso. También le robaron el teléfono a unos chicos por Lunghi y De Roxas. Está medio brava la zona”.
Intentaron robar en una quiniela en Villa Italia
Ayer intentaron asaltar una quiniela situada en Quintana y Maritorena. Penélope, una de las empleadas, le contó a El Eco Multimedios que “en ese momento estaba mi hermana trabajando, ya cerrando caja, organizando todo para cerrar la agencia, cuando entró un chico que tenía la cara tapada con anteojos. Tenía una gorra visera según lo que ella me contó, la mano en la boca y la otra en el bolsillo, por lo que ella no pudo ver si tenía tatuajes, o alguna seña particular física”.
“Como tenía la boca tapada, no le entendió bien lo quería decir. Después el chico dijo ‘te vengo a robar, dame todo’, entonces ella se dirigió a la parte de atrás por la puerta, la dejó abierta y empezó a los gritos, apropósito para que salieran los vecinos”, relató.
Y agregó que “el chico se debe haber encontrado con una situación que no esperaba, entonces se fue. El robo no se perpetró, se ve que se asustó y se fue”.
“Hubo muchos robos a agencias últimamente donde sí alcanzaron a robar el dinero de la recaudación. Por suerte no nos robaron nada, porque ella alcanzó a irse pero sí hubo muchos robos en agencias con la misma modalidad de tapado, mano en el bolsillo y no permite ver si tiene un arma, un cuchillo o no”, manifestó.
Realizaron la denuncia correspondiente y aseguró que por la mañana y la tarde la policía hace rondas, pero “son dos segundos cuando ellos ven que no anda nadie y aprovechan para entrar a robar”.