En la previa al inicio del fin de semana largo por el Día de la Bandera, la ciudad volvió a movilizarse ante un violento episodio de inseguridad. En una semana marcada por acontecimientos de gravedad, que comenzó el lunes por la madrugada con el homicidio de Gianfranco Adaro (18), en Chienno y Cabral, y siguió el miércoles con un robo a mano armada a una vecina en el barrio El Cerrito, ayer por la madrugada un grupo comando asaltó a una familia en el barrio Altos Aires del Valle Escondido y huyó con dinero y elementos de valor.

El suceso delictivo se manejó con extremo hermetismo por parte de la policía, no sólo a partir del pedido expreso del damnificado -que además requirió mantener en reserva su identidad-, sino también para evitar entorpecer la investigación.

Durante la jornada, los investigadores tomaron declaración al reconocido empresario tandilense, a su mujer y a su hija y relevaron las cámaras de seguridad privadas en busca de datos que puedan guiar las tareas.

Al cierre de esta edición, aún no había certezas sobre el paradero de los sospechosos, por lo que los efectivos de la Sub DDI cumplían con varias diligencias, sin descartar aún ninguna hipótesis.

El hecho

Según los detalles que trascendieron del hecho, los intrusos llegaron hasta la puerta de ingreso al barrio cerrado ayer a la madrugada a bordo de un Chevrolet Sonic (color rojo), radicado en la provincia de Córdoba.

En un rápido accionar, redujeron a la persona encargada de la seguridad de la garita, a quien obligaron a subirse al automóvil para que les indicara el lugar donde se encuentra la central que conecta el sistema de seguridad del predio.

Una vez que las cámaras quedaron desconectadas, le exigieron que lo llevaran hacia la vivienda de un reconocido empresario tandilense, que se encontraba en el interior junto a su mujer y a su hija, por lo que se sospecha que podría haber sido premeditado el ataque.

Armados y con sus rostros descubiertos, sorprendieron a los ocupantes y, sin ejercer violencia, exigieron la entrega de efectivo.

Tras permanecer algunos minutos, sustrajeron dólares y euros (suma no especificada), teléfonos celulares, prendas de vestir y joyas. Una vez que lograron su cometido, dejaron a la familia y al encargado de seguridad encerrados en una habitación para luego escapar en el mismo vehículo en el que ingresaron al predio privado.

Ante el alerta de seguridad, los individuos emprendieron la huida por Ceferino Namuncurá en dirección a Don Bosco hasta llegar al cruce El Gallo, con la Ruta Provincial 74.

Segunda parte

El atraco no terminó con el retiro de los delincuentes del barrio. Horas después, la policía halló abandonado el automóvil en el que se movilizaron sobre la traza provincial, en cercanías al cruce Scarminacci (rotonda de la Ruta Provincial 30).

De acuerdo al informe policial, antes de huir los ocupantes intentaron incendiar la unidad posiblemente para eliminar cualquier rastro de su interior, pero no lograron su cometido.

Se presume que los delincuentes realizaron la maniobra para continuar con su fuga en otra unidad, circunstancia que refuerza la hipótesis que serían de otra ciudad.

A partir de allí, personal de Policía Científica, junto a efectivos de la comisaría Primera y del Comando de Prevención Rural, realizó peritajes e inspeccionó el interior del rodado en busca de elementos de interés para la causa.

Finalmente, se iniciaron actuaciones con intervención de la UFI 8, a cargo del doctor Gustavo Morey.

Últimas Noticias

Buscan al grupo comando que asaltó a un empresario tandilense en su casa de El Valle de Tandil

Tras cometer el atraco, se dieron a la fuga en un auto, que abandonaron en cercanías a la rotonda de las rutas 74 y 30.