Casación resuelve si el joven que atacó a la pareja de su ex en un departamento céntrico aguarda preso o en libertad el juicio
Como oportunamente se informó, tras permanecer cinco días preso, recuperó la libertad el joven que atacó con un fierro a la actual pareja de su exnovia en el interior del edificio Prestige ubicado en Mitre 745, en el marco de un hecho de violencia de género.
Recibí las noticias en tu email
A Matías Hernán Giuliano (26) le otorgaron la excarcelación con el cumplimiento de una serie de condiciones de protección a las víctimas tras una audiencia compromisoria que se desarrolló en el Juzgado de Garantías interviniente.
La resolución del juzgado había sido apelado por el fiscal Damián Borean, quien había solicitado la detención del imputado, recurso que tuvo eco favorable en la Cámara de Apelaciones, lo que imponía que el acusado volviera tras las rejas. Empero, una nueva apelación ahora de la Defensa oficial mereció una nueva revisión, en este caso en Casación, quien finalmente tendrá en sus manos la decisión de establecer si Giuliano debe seguir en libertad o bajo arresto hasta tanto se sustancia el juicio en su contra donde se resolverá su futuro procesal.
Como oportunamente se consignó, los delitos endilgados al joven fueron calificados por la magistrada Stella Maris Aracil como “violación de domicilio”, “lesiones graves agravadas por el propósito de causas un sufrimiento a su expareja (lesiones graves transversales) y “lesiones agravadas por la relación de pareja”.
A partir de allí la defensa expuso sus argumentos para solicitar la libertad mientras continúa el proceso basada en que los delitos son excarcelables y en que se presentó cada vez que se lo requirió, por lo que no existiría riesgo de fuga.
En su resolución la jueza tuvo en cuenta que el señalado se presentó espontáneamente en la sede policial después del hecho y en el momento en que se libró la orden de detención.
Sin embargo, en su fallo incluye una serie de medidas (no podrá acercarse a ninguna de las víctimas ni a sus familiares, de manera personal o por medios electrónicos) y que cualquier violación de lo dispuesto será causal de revocación.
El caso
El hecho se desencadenó en las primeras horas del domingo 7 de abril cuando Matías Hernán Giuliano (26) ingresó al inmueble y aguardó agazapado el momento en que observó a su expareja, Pamela Formaini (28), salir junto a Eduardo Molina (36).
Así, sin mediar palabras, tomó un elemento contundente (el pico de bronce de la manguera de emergencia) y agredió a ambos. Sin embargo, la actual pareja de su ex fue el que recibió las lesiones de mayor gravedad principalmente en su cabeza, por lo que pasó varios días internado en el Hospital Municipal “Ramón Santamarina”.
Los familiares de Molina aseguraron que “de milagro” sigue con vida y desde entonces ratificaron la decisión de “ir hasta las últimas consecuencias” y que “le caiga todo el peso de la ley porque hay que desarticular de alguna manera a una persona así”.
Para la investigación, uno de los elementos más significativos fue el tiempo en que el agresor permaneció en el interior del céntrico edificio, dado que se calcula que ingresó alrededor de las 22.30 y se dio a la fuga cerca de las 0.30. “Estuvo al acecho casi dos horas”, sostuvo Dolores Molina, hermana del herido.
En principio, y de acuerdo a lo captado por las cámaras de seguridad, Giuliano habría accedido al inmueble habilitado por unos vecinos que lo dejaron pasar al reconocerlo, según se presume, como un residente ya que convivió un tiempo con su exnovia.
Una vez en el interior, utilizó las escaleras para acceder al piso donde se encuentra el departamento de Formaini y allí aguardó hasta que la pareja abrió la puerta y fue increpada.
Sin mediar palabra, y utilizando un elemento contundente (un fierro), sorprendió a Molina a quien le aplicó un golpe en su cabeza provocándole traumatismo de cráneo que lo dejó inconsciente. La caída, además, le causó una profunda lesión en el rostro que demandó 14 puntos de sutura.
“Cuando abrió la puerta para salir lo que menos esperaba era ver a una persona y menos que le pegara con un fierro en la cabeza”, expresó.
Los desesperados gritos de la joven, quien también recibió algunos golpes en medio del forcejeo, pusieron en alerta a un vecino del mismo piso, que enseguida intervino y dio aviso al 101 Emergencias.
La familia especuló que el día del ataque Giuliano habría estado “merodeando” por la zona hasta que en un momento los observó ingresar al edificio. “Fue premeditado porque ingresó a las 22.30 y atacó a las 0.30; estuvo dos horas al acecho y con alevosía”, definió la hermana del herido.
Según se detalló, Molina sufrió fractura de cráneo y hematomas internos, que, de acuerdo al parte médico entregado a la familia, lo obligarán a estar “un mes inactivo” y le demandarán un año de tratamiento para completar la recuperación.