Desesperado pedido de una víctima de violencia de género que vive un calvario y teme por su vida
“Miro todos los días las noticias y veo muchos femicidios. Tengo miedo porque pienso que en cualquier momento me va a tocar a mí”, confió Yamila Colotti. La joven decidió hacer público el infierno que vive hace casi cuatro años porque su expareja la persigue y amenaza con prenderla fuego a ella con sus hijos. “Yo no tengo vida”, expresó con profundo dolor y admitió que se siente completamente desprotegida.
“Yo no duermo. Estoy con la luz apagada mirando la ventana a ver si él aparece o no aparece”, contó Yamila Colotti a El Eco de Tandil en un pedido desesperado para que la Justicia haga lo que debe hacer, protegerla. Hace casi cuatro años que va de denuncia en denuncia, de restricción en restricción pero lamenta que la policía siempre llega tarde y teme que en cualquier momento las amenazas de su expareja de prenderla fuego a ella y a sus hijos se conviertan en realidad.
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“Miro todos los días las noticias y hay muchos femicidios y tengo mucho miedo porque pienso que en cualquier momento me va a tocar a mí”, así fue que la joven de 21 años explicó qué fue lo que la motivó a dar a conocer su historia, de mostrar el calvario que vive en una sociedad donde se habla mucho de violencia de género pero las víctimas se sienten desprotegidas, solas, como si el final estuviera escrito y los femicidios no se pudieran evitar. Pero sí se pueden evitar. Y Yamila Colotti, en un acto de gran valentía dice abiertamente que tiene miedo, mucho miedo. Que nadie la protege. Que no tiene vida y que teme ser una más en la lista de femicidios que podrían haberse evitado de actuar la Justicia a tiempo.
El comienzo de la violencia
“Hace cuatro años atrás yo estaba en pareja. Estuvimos tres meses, quedé embarazada y tuvimos una hija. El siempre tuvo problemas con la droga y el alcohol. Cuando quedé embarazada dijo que no era de él el bebé, a pesar de que convivíamos, no se quiso hacer cargo, entonces decidí cortar la relación. Me fui de su casa y volví con mi mamá”, relató.
Además, otras razones motivaron la separación. “Decidí separarme de él porque sufría violencia sexual. Por eso estuve poco tiempo porque él se alcoholizaba, tomaba pastillas, todo tipo de droga y me obligaba a tomar bebida y pastillas y a tener relaciones con él”, aseguró.
Y recordó que días después de saber lo de su embarazo, “fui a llevarle la ecografía de la nena porque no me creía que estaba embarazada y me obligó a que me quedara con él. Por miedo me quedé y me volvió a obligar a tener relaciones, por eso desde ese momento no quise verlo más hasta que nació la bebé”.
Contó que en una oportunidad, mientras estaba embarazada, la quiso atropellar con una moto porque quería volver con ella y como le dijo que no, intentó atropellarla.
Atravesó todo el embarazo sola pero cuando nació la beba él quiso conocerla.
“Quiso conocerla a las 48 horas del parto, yo no quería y mi hermana llorando me dijo que lo dejara verla porque era el papá, entonces lo dejé. Él la reconoció, le dio el apellido, yo acepté por la nena porque tenía que saber que tiene un padre”, explicó.
Ante la negativa de Yamila a volver a estar en pareja con él, comenzó a perseguirla, hostigarla y amenazarla permanentemente. Llegó a amenazarla con prenderla fuego con sus hijos.
“Ya no sé qué hacer”
Sin poder evitar quebrarse en llanto, contó que “hace casi cuatro años que vengo con esto. Me tengo que cambiar constantemente de domicilio porque él se aparece en mi casa, la policía siempre llega tarde, ya no sé qué hacer. Hace tres años que vengo con denuncias. Denuncia tras denuncia, restricciones y nada más que eso”.
Tuvo el botón antipánico un tiempo y luego se lo sacaron porque la Justicia consideró que ya no era necesario.
“El me sigue por todas partes o se aparece en mi casa. Yo trabajo de las 22 a las 6 y los nenes quedan a cuidado de mi mamá porque tengo un bebe de 6 meses también. Tengo miedo de que él se lleve a mi nena”, admitió.
Los fines de semana él se llevaba a la nena porque la Justicia les otorgó la tenencia compartida pero en una oportunidad no le trajo a la nena en el horario establecido, por lo cual Yamila fue hasta la casa de él, donde le informaron que se había mudado dos semanas atrás.
“Fui a la Comisaría de la Mujer y me dijeron que mi hija estaba internada por intento de abuso. Me agarró un ataque de nervios. Fui al Hospital, él estaba con la nena y ella pedía a gritos a upa mío. El dijo que la habían abusado en mi casa mi cuñado, pero finalmente resultó que no había sido abusada”, explicó.
Pero aseguró que “la nena no quiere estar con él, la Justicia me exige que él la vea, que se la quede los fines de semana cuando él tiene problemas psicológicos, tiene problemas con las drogas, no trabaja”.
“Hace un año que no se la dejo ver, no importa lo que digan los jueces porque no existe la justicia. Yo sé que está loco por ver la nena pero ella no quiere, yo no la puedo obligar a que este con él. Ella pide a gritos que no la deje ir con el padre”, expuso.
Las amenazas
Y explicó que “como no le dejo ver la nena está más agresivo, amenaza con matarme, me manda a decir por mi hermana, que me va a prender fuego con los nenes”.
“Tengo un bebé chiquito, mi marido está preso. Vivo con mi mama y mi hermana, y la familia de mi marido me ayuda pero él jamás me dio la cuota alimentaria. De cualquier manera no me importa la plata pero quiero que me deje de molestar”, afirmó.
Yamila confió que tiene mucho miedo, que él la sigue buscando, que días atrás la fue a buscar a la casa donde vivía anteriormente y de donde se tuvo que mudar justamente porque temor a que le haga daño.
“No tengo vida”
“Yo no tengo vida”, expresó sin poder contener las lágrimas.
Y contó que “los días que tengo franco, que generalmente son viernes o sábados, estoy hasta las 5 de la mañana despierta porque son días que él sale y se pierde. Yo no duermo, estoy con la luz apagada mirando la ventana a ver si él aparece o no aparece”.
“Yo me voy mudando pero él siempre se entera donde vivo, siempre me encuentra. Persigue a todos los que me rodean”, indicó.
Admitió que lo cree capaz de matarla porque es sumamente agresivo y además siempre tuvo armas de fuego, incluso recientemente un hermano de ella lo vio en el corso con un arma.
“La última vez que se apareció fui a hacer la denuncia, la policía estaba durmiendo, me vino a atender con cara de dormida, me tomo la declaración y no pasó nada, no llamaron a un juez, ni hicieron nada”, lamentó.
“Tengo mucho miedo”
“Mi hija no tiene felicidad porque cada tres meses o un mes hay un problema”, expuso.
“Miro todos los días las noticias y hay muchos femicidios y tengo mucho miedo porque pienso que en cualquier momento me va a tocar a mí. Hoy en día no hay justicia, todos los días encuentran chicas muertas y eso va a seguir y va a empeorar porque no hacen nada. No toman medidas, piensa que solo con una restricción nos van a salvar y no, uno llamara a la policía y va a la media hora, una hora, y un femicidio pasa en segundos”, advirtió.
Yamila pidió por favor que la ayuden y explicó que “mi hija no es libre de nada, yo no la puedo ni dejar en el patio por miedo de que él se la lleve, tengo que estar constantemente cambiándome de alquiler, o me he quedado en la calle porque él va a hacer problemas y me echan a mí. En una casa que alquilaba él se metió por la ventana, quería llevarse a la nena”.
“Ahora veo que él está más agresivo que nunca, a todo el mundo le dice que me va a matar. Yo sé que él se droga y no sé cómo puede reaccionar”, advirtió.