Dos condenados por venta de drogas
Se resolvió llevar a prisión a un hombre y una mujer señaladas por vender droga al menudeo.

En juicios celebrados en el TOC 1 previo a la feria judicial que termina, la Justicia resolvió la suerte procesal de dos personas señaladas por vender estupefacientes al menudeo desde sus respectivos domicilios. Ambos fueron sentenciados a prisión.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn uno de los debates celebrados, el magistrado Carlos Pocorena dio por probada la responsabilidad penal de sendos imputados, a pesar que la defensa de ambos coincidía en alegar inocencia, acusando incluso que la policía le había plantado la droga en los respectivos allanamientos.
En efecto, el magistrado dio por acreditado que al menos durante el lapso que va del 2 de marzo al 11 de agosto de 2022, Milagros Jacqueline Orieta, comercializó en su domicilio particular de calle De los Granaderos esquina Del Libertador –vivienda de planchones situada en una loma–, cocaína en dosis fraccionadas destinadas directamente al consumidor.
Al decir del fallo, en distintas oportunidades Orieta entregó las mencionadas sustancias a diversos compradores que concurrían a su domicilio, según quedó constatado por el material probatorio que efectivos policiales realizaron tras tareas de seguimiento, con observaciones y filmaciones.
En tal sentido, el 11 de agosto, aproximadamente a las 18.45, Orieta tuvo en su domicilio un recipiente plástico de color blanco marca “Rexona” el cual contenía 17 envoltorios con cocaína en su interior con un peso de 6,8 gramos.
Más allá del reproche de la defensa que alegó que esa sustancia no era de la implicada, el juez se inclinó por la hipótesis de la Fiscalía, condenado así a la nombrada, actualmente con prisión domiciliaria en calle de los Granaderos 305, a la pena de cuatro años de prisión, como autora penalmente responsable del delito de “comercialización de sustancias estupefacientes en dosis fraccionadas destinadas al consumidor”.
Otro caso
En el segundo de los casos ventilados por el Tribunal, el mismo juez dio por probado que entre el 27 de julio y 11 de noviembre de 2022, Juan Ignacio Ferrari tuvo en su domicilio de calle Argerich 1167, a los fines de ser comercializados, marihuana y cocaína en dosis fraccionadas destinadas directamente al consumidor.
Según reza el fallo, en distintas oportunidades Ferrari entregó las mencionadas sustancias a diversos compradores que se acercaban a su domicilio para realizar tales intercambios.
A propósito de la sentencia, vale consignar que el acusado negó los hechos. Declaró que " en el domicilio nunca se vendió droga. Que en su casa nunca tuvo material estupefaciente, que el secuestro corresponde a bolsas que le ´plantó´ personal policial”.
Asimismo, refirió que sí es consumidor de droga y unos días previos al allanamiento había realizado una compra de 3,2 gramos de cocaína los cuales pagó con 8 mil pesos que le prestó su esposa tras haber percibido un plan social. Al decir de su versión, esos envoltorios no tenían la sustancia deseada y aparentemente era yeso.
Preguntado por la droga que efectivamente le hallaron en su morada, manifestó que su señora observó como “un funcionario policial tiró bajo su placard el sobre de jugo Tang conteniendo estupefaciente, que era un funcionario policial de barba".
Así, entonces, la hipótesis traída por el Ministerio Público Fiscal fue negada por el acusado, a la vez que propuso 'fue plantada por el personal policial'. No obstante, señaló el juez, no ofreció prueba que respalde esa proposición rival en contrario.
Así, en razón de la ausencia de evidencias de peso al respecto, dicha postura del implicado “se presenta solo como un intento de mejorar la situación procesal, a la vez que no logra conmover las probanzas arriba relevadas y explicadas- que por su coherencia y congruencia conforman de manera consistente a la pretensión acusatoria”, manifestó el juez en su veredicto.
Consecuentemente, se resolvió condenar a J Ferrari Rodriguez, actualmente alojado en la Unidad 37, a la pena de cuatro años de prisión por “ tenencia de estupefacientes con fines de comercialización en dosis fraccionadas destinadas directamente al consumidor”.