El hombre que fue atropellado en Marconi y Buzón lleva más de 50 días en terapia intensiva
Roberto Luis Vila, de 79 años, se encuentra en estado vegetativo. Sus familiares piden cadenas de oración. El 14 de febrero, cuando cruzaba la avenida Marconi, lo embistió un auto que doblaba desde Buzón.
El 14 de febrero pasado, Roberto Vila, de 79 años, regresaba a su casa, ubicada en Marzoratti al 1600, luego de una de sus largas caminatas diarias, cuando lo atropelló un automóvil. En una bolsa, encontraron el yogurt y una botella de Terma que había comprado en algún supermercado del centro. En un instante, golpeó su cabeza contra el parabrisas del vehículo que lo embistió, fue trasladado al Hospital y pronto cumplirá dos meses internado en terapia intensiva.
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“Pedimos cadenas de oración para ver si podemos ser más fuertes y que Dios disponga”, expresó Sonia Gómez, familiar del accidentado que se encuentra en estado vegetativo. “Es horrible”, definió sobre la situación que le toca atravesar a la familia de Vila.
El incidente vial sucedió pasadas las 18, sobre Marconi, cuando el transeúnte había comenzado a cruzar la avenida, de una vereda a la otra. En ese momento, la conductora de un Peugeot 208, Sofía Rivera, de 19 años, doblaba desde Buzón, no lo vio y lo impactó.
Luego del choque, el hombre fue trasladado al Hospital por una ambulancia del SAME, donde le diagnosticaron politraumatismo y traumatismo de cráneo. El paciente quedó internado en terapia intensiva, con asistencia mecánica respiratoria.
No reacciona
Sonia Gómez le contó a El Eco de Tandil que Roberto Vila “sigue internado en terapia del Hospital. Hoy sigue estable, pero en un estado vegetativo. Tiene reflejos; si lo tocan, puede llegar a mover una pierna. Abre los ojos, pero no conoce a nadie. No responde si le digo ‘abrí los ojos, cerralos o apretame la mano’, a nada”.
El hombre de 79 años requiere asistencia respiratoria. Si bien le habían sacado el respirador, tuvieron que drenar líquido de un pulmón debido a que con el golpe se le fisuró una costilla y le perforó el órgano. “Le tuvieron que volver a poner el respirador para ayudarlo porque si no, trabajaba un solo pulmón”, relató Sonia Gómez.
Por otra parte, contó que “hicimos cadena de oración” y lamentó no haber pedido antes apoyo a la comunidad porque “hay más fuerza cuando se suma más gente que cree mucho. Dios va a disponer qué va a ser de él, porque por parte de los médicos ya no hay nada más que hacer”.
Explicó que el siguiente paso sería que le saquen el respirador para comprobar si puede respirar por sus medios para trasladarlo a una habitación común. “Después, si esto sigue, porque tenemos que esperar seis meses, una internación domiciliaria”, indicó.
“Se le llenan los ojos de lágrimas y eso me parte el alma. El médico me dijo que puede llorar, reír, apretarme un dedo, puede bostezar, pero no hay reacción cuando le pedimos que haga algo. Entonces, a eso le llaman reflejos, nada más. Hay que esperar seis meses, en los que puede pasar cualquier cosa, se puede complicar otro órgano o se puede morir”, dijo conmocionada.
Vidas transformadas
Para la familia de Roberto Vila, la vida cambió en forma rotunda en unos segundos. Sonia estaba de vacaciones en Entre Ríos y tuvo que regresar de urgencia ante la terrible noticia.
“Se nos complicó todo, física y mentalmente. Esto de ir dos veces por día al Hospital. Con mi hermana bajamos varios kilos. Además, los días que podemos ir porque trabajamos en casa de familia, por hora, y si no trabajamos, no cobramos. Entonces se nos complica”, describió.
Agregó que les dan el parte médico de 13.30 a 14 y aclaró que “ante la terapia del Hospital, me saco el sombrero, porque la verdad es que lo tienen impecable, la limpieza que hay, la atención de los enfermeros y de los médicos. Estoy muy conforme”.
Por otra parte, se mostró conmovida por ver a Vila en esta situación, porque “él era un hombre sano, que no tenía nada” y lo calificó con un ser activo y vital que siempre caminaba extensos trayectos.
Sin novedades judiciales
Luego del choque, la conductora y su padre fueron al Hospital, y luego el hombre regresó para otra visita, en la cual se mostró muy acongojado. “El que mandaba los mensajes era el papá de la chica”, indicó Sonia Gómez.
“Es un accidente de tránsito, pero como familiar tengo esa bronca de decir ‘cómo no lo vas a ver’”, expresó y puso en duda que la conductora circulara a 20 kilómetros por hora, porque “tenés tiempo hasta de frenar”.
Por otra parte, señaló que “de la causa no sabemos nada. Vino la policía el lunes 1 de abril a traernos una citación para que Roberto se presente en el consultorio del médico de policía, entonces le dijimos que no puede porque está internado en terapia desde el 14 de febrero, en un estado vegetativo. Nos hizo escribir con puño y letra para presentárselo al médico. No sé si después fue a verlo a terapia. El médico del seguro tampoco fue”.