Hicieron un boquete en el techo y robaron dinero de un estudio contable
El hecho ocurrió entre las 22 del viernes y las 8 del sábado en el estudio contable impositivo laboral ubicado en avenida España 489. El damnificado, Jorge Raffaelli, dialogó con El Eco de Tandil y explicó lo acontecido, aunque prefirió no brindar detalles acerca del monto sustraído.
Con una denuncia radicada el pasado sábado 24 de agosto en la comisaría Primera, el responsable del estudio contable impositivo laboral ubicado en avenida España 489, Jorge Raffaelli, dio cuenta de que delincuentes ingresaron en el lugar y se llevaron una importante suma de dinero.
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El hecho fue confirmado por fuentes policiales que informaron que se encuentran abocadas a buscar a los responsables del atraco, bajo la caratula “Robo”. Ingresaron al lugar por el techo del lugar y ahora están investigando en las cámaras de seguridad de la zona elementos que puedan ayudar a dar con los autores.
Si bien en un primer momento el propio Raffaelli decidió permanecer el silencio para evitar darle mayor trascendencia al atraco, al hacerse pública la noticia dialogó con El Eco de Tandil respecto a lo acontecido y explicó su bronca e impotencia.
Según detalló, el robo tuvo lugar el pasado fin de semana entre las 22 del viernes y las 8 del sábado, horarios de entrada y de salida del estudio y, por lo tanto, intervalo en el que no hay nadie.
“Nos encontramos el sábado con que nos habían robado. Cuando subimos, vimos que estaban las ventanas forzadas, o sea que por lo visto intentaron ingresar por acá. Quiero creer que no lo hicieron porque habrán notado la presencia de alarmas”, narró la víctima.
Al verse imposibilitados para acceder por los laterales del edificio, el o los malvivientes –aún no se ha podido esclarecer el hecho- decidieron ingresar por el techo. “Levantaron algunas chapas, rompieron el yeso e hicieron un boquete, que fue por donde se metieron a una de las oficinas y destruyeron todo”, detalló Raffaelli.
El modus operandi fue muy similar al que emplearon delincuentes días atrás en la Pollería Oro Verde, ubicada en la esquina de Perón y Arenales. Allí, según evaluó Agustín Olaechea, titular del negocio, fueron por lo menos dos las personas que ingresaron por la parte superior del local y se hicieron con un botín de aproximadamente 35 mil pesos. Manifestó Olaechea en diálogo con este medio que, si bien no tenía datos de quiénes podrían haber sido, conocían la pollería.
En esta oportunidad, el contador no se atrevió a vaticinar el número de ladrones que ingresaron pero sí afirmó que el boquete que hicieron para ingresar fue el mismo que emplearon para salir. Además, al igual que el dueño de la pollería, dejó en claro una cosa: “tiene que haber sido alguien que conocía el lugar, porque fueron directamente a donde estaba guardada la plata”.
“La realidad es que nunca imaginé que me podría pasar esto, que me entraran por el techo, que levantaran chapas y que de ahí se tiraran para abajo”, clamó con desazón y agregó que “nunca me había pasado nada, ¡Nunca! Y llevo 25 años trabajado.
Respecto al hecho de las cámaras. informó que no tenían ninguna apostada en el lugar hasta ese momento pero que ahora ya colocaron algunos dispositivos ya que “tengo que tratar de cuidarme”. En tanto, los agentes policiales continúan recabando datos de las cámaras públicas para intentar dilucidar algún movimiento extraño.
Se llevaron dinero y causaron daños
Si bien tanto Raffaelli como las fuentes policiales prefirieron no indicar la suma de dinero que fue sustraída, trascendió que fue una importante cantidad de plata. Pero más allá de eso, también los ladrones generaron gran daño en la propiedad.
“Rompieron muchas cosas, pero llevarse, se llevaron el dinero en efectivo y también plata de los clientes que me habían dejado para pagar los impuestos. La verdad es que hay un desastre”, aseveró.
Agregó que entre los estragos que ocasionaron en el Estudio hay una impresora rota, algunas máquinas que no prenden y varios ventanales destruidos. “Estamos mirando y a cada rato aparece algo nuevo; a cada instante nos vamos encontrando con cosas nuevas”, señaló.
No sonó la alarma
Uno de los principales hechos que lo aquejan a Raffaelli es el hecho de que desde la empresa que le presta el servicio de alarma, el único dispositivo de seguridad que tenían en el lugar, no lo contactaron cuando los malvivientes ingresaron al lugar, lo que despierta la duda de si realmente se accionó.
“No saltó la alarma y me han llamada incluso a las dos de la mañana por algún movimiento de una cortina; es extraño. Estamos esperando a que nos contesten ahora a ver si tiene algún dato”, aseveró la víctima.
Remarcó que desde la empresa que les presta el servicio aún no les han sabido decir qué fue lo que pasó. Igualmente, señaló que quizá los ladrones no ingresaron por la ventana debido a que notaron la presencia de los sensores o, tal vez, porque realmente se disparó la alarma.
La denuncia fue realizada el mismo sábado 24 y aún, según contó Raffaelli, no han obtenido ninguna respuesta.