La pesadilla de dos jóvenes que quedaron en el medio del rapto que no fue
Por el secuestro de Matías Vizcay que terminó finalmente siendo una farsa, dos jóvenes vivieron un desagradable momento, simplemente por estar en un lugar cercano a la empresa “El Yunque”, el pasado viernes 19 del corriente mes.
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Nicolás y Agustín (ser reserva sus identidades por expreso pedido de los protagonistas), estacionaron el vehículo marca Volkswagen, modelo Gol, color rojo, con vidrios polarizados, en Colectora Sur casi Portugal, con la intención de recibir una respuesta en el whatsapp y así programar o no lo que quedaba de la madrugada.
Sin embargo de repente todo cambió, y la diversión pasó a ser una pesadilla con policías apuntándolos con sus armas, un vidrio del auto en que se movilizaban roto y como corolario la estadía en el calabozo de la comisaría Primera hasta cerca de las 4.30 de la madrugada del mencionado día en que recuperaron la libertad.
Era apenas pasada la 1 de la madrugada y ya del supuesto secuestro de Vizcay y su sobrino la policía estaba informada, por lo que todas las fuerzas de la ciudad estaban abocadas a intentar dar con los captores como las víctimas.
Agustín le contó a El Eco de Tandil cómo se desencadenó la situación. “Lo que nos tocó vivir junto con mi amigo Nicolás fue algo que jamás lo hubiéramos imaginado. Íbamos transitando por Colectora Sur y como él tenía que esperar el mensaje de una chica, estacionó cerca de calle Portugal. Mientras aguardábamos, vemos que comienza a acercarse hacia el auto un hombre que lo hacía caminando por la Colectora”.
A partir de ese instante la madrugada para los jóvenes cambió radicalmente. “De repente aparecen otras cuatro personas, todos vestidos de civil, y lo primero que pensamos es que no venían a robar. Así que mi amigo puso en marcha el auto y comenzó a circular despacio. Mientras tanto la primera persona que habíamos divisado se cruzó delante del auto y se puso en la ventanilla del conductor”.
Continúo narrando que “nos preguntaba que estábamos haciendo y le contamos que aguardábamos la respuesta de una chica. Fue en ese instante que esta persona que no se había identificado, quiso abrir la puerta del conductor, mi amigo se asustó, aceleró y el resto de los hombres que estaban acompañándolo sacaron sus armas y nos empezaron a apuntar”.
Detalló que “hicimos media cuadra y se nos cruzaron dos patrulleros adelante y otros dos atrás y nos frenan en la puerta del negocio de esta persona que fingió su secuestro y nos puso en riesgo a nosotros. Ahí nos siguieron apuntando, a los gritos pidieron que bajemos del vehículo y hasta le rompieron el vidrio de la ventanilla del conductor para bajarlo a la fuerza a Nicolás. Tirados en el piso nos siguieron preguntando que hacíamos en la zona”.
Aprehendidos
No conformes con la respuesta obtenida la historia continuó en el calabozo. “Nos levantaron y en un móvil policial nos llevaron a la comisaría Primera. Lo raro fue que esas personas que se acercaron al auto nunca nos dijeron que eran policías de civil, ni qué estaba pasando. Eso solo hubiera evitado el resto”.
Sostuvo que “estuvimos aprehendidos más de tres horas, porque todo lo de Colectora fue pasada la 1.15 y nos largaron 4.20”.
En cuanto a los daños que la policía le propinó al auto, rompiéndole la ventanilla del lado del conductor, Agustín indicó que “mi amigo pagó el cambio de la ventanilla para poder circular y hoy (por ayer) la policía que intervino en ese operativo le pagó el daño que habían hecho”.
Asustados
Por último contó las sensaciones que le dejó esta experiencia que les tocó vivir al decir que “realmente pasamos un susto enorme, si bien estuvimos tranquilos no es lindo que te apunten con armas. Nos vimos involucrados en esta situación sin tener nada que ver. Recién supimos que era lo que estaba aconteciendo cuando nos soltaron y nos contaron que se había producido un secuestro. Ahora nos enteramos que era todo un invento. La verdad que el tipo que armó el secuestro es un pel… importante”.