Murió Emilio Méndez, sin justicia
Los deudos del fallecido y las víctimas de los delitos de lesa humanidad, sin un veredicto. “La impunidad biológica”.

El vecino que ostentó ciertos cargos de relevancia en la ciudad entre la década del 70 y 80, y le sirvió –según los acusadores- para codearse con el poder de turno de aquellos días, mientras que en la última década cobró notoriedad por su protagonismo en los juicios de lesa humanidad en Tandil, murió casi de manera desapercibida, no para sus deudos y aquellos que aguardaban por un veredicto judicial.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailMás precisamente el 9 de diciembre falleció Emilio Méndez, quien junto a su hermano Julio, en el 2012 fueron sentados en el banquillo de los acusados junto a los popes militares de la región en tiempos de terrorismo de Estado. Aquel vecino, que sufrió el escarnio público por considerarlo parte de aquel pasado horroroso del país, como las propias víctimas de las atrocidades de aquellos años de plomo, no tuvieron justicia. Una indefinición procesal que al fin de cuentas devino en lo que se lo definieron como “impunidad biológica”.
Su nombre y el de su hermano incluso trascendieron las fronteras serranas. Su protagonismo cobró más notoriedad puesto que en aquel juicio de 2012, conocido por el caso Moreno (abogado laboralista secuestrado y asesinado en la quina de los Méndez), resultaron los primeros civiles en ser juzgados y condenados por la Justicia, la misma justicia que con el devenir del tiempo y en pleno recursos de apelación nunca arribó a una sentencia firme.