Pagó diez millones de pesos de fianza y quedó libre tras un trágico accidente vial
El hecho se produjo el último domingo de agosto, cerca de las 21, en el kilómetro 225 de la Ruta Nacional 3, a la altura de Cacharí, y tuvo como saldo trágico la muerte inmediata de los cinco tripulantes de un Chevrolet Corsa Classic.
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Las víctimas fueron identificadas como Alejandro Torres, sus hijos Daira (19), Demian (17) y Mía (6), y su sobrina Lara (14).
El conductor de la camioneta Grand Cherokee, Horacio Luis Castilla (67), oriundo de Capital Federal pero con domicilio en Tandil, quedó imputado por la Justicia provincial por el delito de “quíntuple homicidio culposo agravado” por una posible conducción temeraria y por la cantidad de víctimas mortales. En caso de ser encontrado culpable, podrá recibir una pena de entre 3 y 6 años de prisión.
Yésica Torres, la hermana de Alejandro, fue quien le regaló el vehículo unos días antes, con el fin de poder ayudarlo a mejorar su economía familiar. La víctima mortal tenía dificultades para sumar ingresos monetarios mediante su trabajo como plomero y pensaba iniciarse como chofer de Uber.
“El día domingo 25 de agosto, mi hermano cumplía 39 años y decidió ir a pasar el día a Tandil con sus tres hijos: Daira de 19, Demián de 17 y también fue Mía, de 6. También llevó a una de mis sobrinas, Lara, de 14″, relató Yésica Torres, en declaraciones al programa Telefe Noticias.
El accidente se produjo por la noche y las circunstancias del mismo todavía representan un misterio.
“Pasaron todo el día en Tandil y al regreso, a la altura de Azul, venían atrás de un camión de Loma Negra, de Cemento, ellos venían atrás, y una Grand Cherokee que la conducía Horacio Luis Castilla de 67 años, venía a gran velocidad desde Tandil y lo impactó desde atrás, incrustándolos detrás del camión”, relató Yésica Torres.
“Murieron todos en el acto. Después explotó el auto y se quemaron todos: mis cuatro sobrinos y mi hermano”, completó.
Al caso se le sumó la indignación de la familia, ya que por decisión del titular del Juzgado de Garantías 2, con asiento en los Tribunales de Azul, el doctor Federico Barberena, se le otorgó a Castilla la posibilidad de la excarcelación bajo el pago de una fianza de diez millones de pesos.
El conductor con residencia en Tandil ofreció un inmueble de la Capital Federal como parte de la fianza y recuperó la libertad a los pocos días del accidente.
Además, Barberena obligó a Castilla a entregar su registro de conducir y quedó inhabilitado para manejar un vehículo durante la duración del proceso. También se le prohibió salir del país en el mismo período.