Quedó detenido el joven que le fracturó el cráneo con un fierro a la pareja de su exnovia
Ayer por la mañana se concretó la detención, tras la orden emitida por la jueza de Garantías, Stella Maris Aracil. La magistrada recaratuló los hechos, y aludió a las sanciones penales para aquel actúe “con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación”, en alusión a la violencia de género.
Fuentes judiciales confiaron a este Diario que ayer quedó detenido el violento joven que, con el pico de una manguera de emergencia le partió el cráneo a la pareja de su exnovia, cuando salía del departamento del edificio de calle Mitre al 700.
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El acusado, cuyo rostro fue expuesto en las redes sociales apenas unas horas más tarde de la denuncia realizada por la joven y que el caso se publicara por este medio, ayer fue capturado por efectivos policiales por disposición de la Justicia.
Más precisamente el fiscal Damián Borean había solicitado la detención del señalado el pasado miércoles, solicitud que tuvo eco en el juzgado de Garantías 2, a cargo de la doctora Stella Maris Aracil, quien ayer emitió la orden de detención.
Tal como se había anticipado en estas páginas, en medio de las sensibles repercusiones mediáticas por el violento caso, la Justicia había avanzado en la instrucción penal preparatoria que, primeramente estuvo a cargo de la Secretaría de Violencia de Género, quien derivó las actuaciones al fiscal competente, en este caso, Damián Borean.
Desde el Ministerio Público se especulaba con la eventual sanción penal a imponer al acusado Matías Hernán Giuliano. En efecto, para el fiscal, los hechos debían tipificarse como “lesiones graves”, además de “violación de domicilio” y “lesiones leves agravadas por el vínculo”. Delitos que eventualmente podrían implicar una detención pero que también resultarían excarcelables.
Empero, la jueza tuvo otro temperamento a la hora de calificar los hechos que derivaron en la consecuente aprehensión.
A mayor precisión sobre la calificación penal optada por la magistrada, se confirmó que los hechos endilgados al joven se encuadran en “violación de domicilio”, “lesiones graves agravadas por el propósito de causas un sufrimiento a su ex pareja (lesiones graves transversales) y “lesiones agravadas por la relación de pareja”.
Según se consignó, el agravante de causar sufrimiento está previsto en el artículo 80 inciso 12 del Código Penal para los homicidios agravados, que se aplican –en este caso- a las lesiones. Junto con el inciso 1 de la relación de pareja, que resultan agravantes introducidas por las reformas para protección de agresión a las mujeres.
El suceso
Como se informó oportunamente, el hecho se desencadenó en las primeras horas del domingo cuando Matías Hernán Giuliano (26) ingresó al inmueble y aguardó agazapado el momento en que observó a su ex pareja, Pamela Formaini (28), salir junto a Eduardo Molina (36).
Así, sin mediar palabras, tomó un elemento contundente (el pico de bronce de la manguera de emergencia) y agredió a ambos, siendo la actual pareja de su ex el que recibió las lesiones de mayor gravedad principalmente en su cabeza, por lo que aún permanece internado en el Hospital Municipal “Ramón Santamarina”.
Como supieron definir los familiares de las víctimas, “de milagro” sigue con vida y ratificaron que “iremos hasta las últimas consecuencias”, que “le caiga todo el peso de la ley porque hay que desarticular de alguna manera a una persona así”. Deseo que parece haber encontrado eco en los actores judiciales.
Para la investigación, uno de los elementos más significativos alude al tiempo en que el agresor permaneció en el interior del céntrico edificio, dado que se calcula que ingresó alrededor de las 22.30 y se dio a la fuga cerca de las 0.30. “Estuvo al acecho casi dos horas”, sostuvo Dolores Molina, hermana del herido que se recupera favorablemente.
En principio, y de acuerdo a lo captado por las cámaras de seguridad, Giuliano habría accedido al inmueble habilitado por unos vecinos que lo dejaron pasar al reconocerlo, según se presume, como un residente ya que convivió un tiempo con su exnovia.
Una vez en el interior, utilizó las escaleras para acceder al piso donde se encuentra el departamento de Formaini y allí aguardó hasta que la pareja abrió la puerta y fue increpada.
Sin mediar palabra, y utilizando un elemento contundente (un fierro), sorprendió a Molina a quien le aplicó un golpe en su cabeza provocándole traumatismo de cráneo que lo dejó inconsciente. La caída, además, le causó una profunda lesión en el rostro que demandó 14 puntos de sutura.
“Cuando abrió la puerta para salir lo que menos esperaba era ver a una persona y menos que le pegara con un fierro en la cabeza”, expresó.
Los desesperados gritos de la joven, quien también recibió algunos golpes en medio del forcejeo, pusieron en alerta a un vecino del mismo piso, que enseguida intervino y dio aviso al 101 Emergencias.
La familia especuló que el día del ataque Giuliano habría estado “merodeando” por la zona hasta que en un momento los observó ingresar al edificio. “Fue premeditado porque ingresó a las 22.30 y atacó a las 0.30; estuvo dos horas al acecho y con alevosía”, definió la hermana del herido.
Según se detalló, Molina sufrió fractura de cráneo y hematomas internos, que, de acuerdo al parte médico entregado a la familia, lo obligarán a estar “un mes inactivo” y le demandarán un año de tratamiento para completar la recuperación.