Reclamaron justicia por accidente fatal provocado por un exfuncionario
Un año se cumplió del accidente fatal en el que exfuncionario Juan Orrico chocó y mató a cuatro jóvenes que iban a trabajar en Entre Ríos. Según se supo en ese momento, Orrico conducía a alta velocidad y bajo los efectos del alcohol. El caso fue elevado a juicio, pero no con la carátula que solicitaron los familiares, que es la de dolo eventual, sino como homicidio simple.

En medio del dolor y del pedido de justicia, Lorena, mamá de Brian y Lucas Izaguirre, dos de los fallecidos en el accidente provocado por Juan Orrico, habló con la Agencia Noticias Argentinas, manifestó que el acusado sigue libre y que, pese a que el caso fue elevado a juicio, está caratulado con una acusación distinta a la solicitada.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“El 20 de junio de 2024 Orrico salió alcoholizado de una fiesta en la casa del Presidente de la Magistratura. Cerca de las 4.20 de la mañana se cruzó de carril en la Ruta 39 y embistió a alta velocidad, a 180 kilómetros por hora, el auto en el que iban mis hijos y sus compañeros Leandro Almada y Axel Rossi. Todos se dirigían a trabajar a un frigorífico”, detalló la mujer.
Lorena es mamá de tres varones y abuela. Ahora solo está junto con su hijo Leo y sus nietos, mientras que hace un año que lucha de manera diaria, junto con los familiares de las otras víctimas, para lograr que el acusado, con amplio apoyo político, puede recibir la pena correspondiente.
“Nosotros nos enteramos horas después del accidente. Nadie nos llamó. Fue un conocido que nos escribió para decirnos que la ruta estaba cortada y ahí supimos lo que había pasado”, sumó.
En este sentido, recordó que el test de alcoholemia, que dio 1,59 mg/l de alcohol en sangre, se lo hicieron cuatro horas después de haber ingresado al Hospital Urquiza de Concepción del Uruguay: “Le pasaron suero y hasta tomó café. El porcentaje seguro era aún mayor”.
Además, sumó que cuando estaba en el hospital, a la espera de ingresar a la morgue para reconocer a sus hijos, una de las enfermeras le contó que Orrico se bajó por su propio medio del auto, hizo una llamada y subió consciente a la ambulancia.
“Aprendí a leer el Código Penal, algo de lo que no soy profesional, pero sí yo me quedo llorando a mis hijos en mi dormitorio no habrá justicia para ellos. Eso es lo que me mantiene de pie, seguir peleando”, expresó con angustia.
En las últimas semanas Lorena denunció que le dieron varios permisos a Orrico para que vaya hasta Escobar y asistir a actos de sus hijos o para visitar a un médico: “Él sigue en libertad, con beneficios, mientras que mis hijos no tienen derecho a elegir dónde ir”.
Otra de las irregularidades que presentó es que durante meses la causa estuvo sin juez: “Tuve que hacer una manifestación a la explanada de Tribunales para que después nombren a Darío Crespo”.
Respecto a si existió un acercamiento por parte del exfuncionario, Lorena destacó: “Lo único que nos hizo es llegar por parte de su abogado, es una propuesta económica que, si nosotros aceptábamos, él nos pedía a cambio que arreglemos un juicio abreviado para que vaya a prisión domiciliaria”.
“No aceptamos y eso que a nosotros la plata nos venía bien porque somos trabajadores y, en mi caso, hay que cuidar a niños que quedaron solos por las muertes de sus papás”, añadió a este medio.
El caso fue elevado a juicio, pero no con la carátula que habían solicitado, que es la de dolo eventual: “La misma se encuentra ahora titulada como homicidio simple, que va de tres a seis años de prisión. Mató cuatro chicos que iban a trabajar, estaba alcoholizado y conducía a alta velocidad un auto del Estado”.
“Estamos yendo contra algo grandísimo y si yo me quedo brazos cruzados no voy a tener justicia para mis hijos. No me he permitido hacer el duelo y te puedo asegurar que esto es desgastante, emocional y económicamente”, subrayó con dolor Lorena.
A un año del hecho, este viernes 20 de junio realizaron un homenaje para recordar a los hermanos Izaguirre, a Rossi y Almada.
“Se hizo una misa en San José de Obrero y de ahí fuimos al cementerio. A la tarde nos trasladamos hasta el lugar del accidente, sobre la ruta 39, en el kilómetro 223, donde se pintaron estrellas amarillas, se descubrió una placa y se bendijeron las cruces con sus nombres”, contó. (NA).