Inseguridada
Rompieron la vidriera de una ferretería y robaron herramientas
Ocurrió este lunes por la madrugada. Aún no fue radicada la denuncia.
Un nuevo episodio de inseguridad se registró este lunes por la madrugada en la ferretería El Clavo, ubicada en San Martín 462, donde malvivientes rompieron la vidriera y robaron diferentes artículos.
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El hecho, de acuerdo a lo informado a la Policía por uno de los trabajadores de la obra en construcción lindera, ocurrió antes de las 5 de la mañana, aunque no tienen en claro el horario exacto.
Si bien el comercio cuenta con cámaras de vigilancia, aún Lorenzo Argañin, titular del mismo, no había conseguido observar las grabaciones para determinar cuándo ocurrió ni cuántos fueron los involucrados.
En diálogo con este medio, Argañin informó que fue la primera vez que sufrió un robo en el local pero indicó que en la obra de al lado ya habían sufrido un total de tres robos en el último mes y medio.
En los primeros cálculos que pudo realizar, grosso modo, le habrían sustraído herramientas valuadas en un millón y medio de pesos.
Principalmente se llevaron taladros, minitornos, rotomartillos y amoladoras, aunque también sustrajeron un atornillador, un estuche, grampas, baterías y cargador de baterías.
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No hay sospechas pero saben para dónde se fueron
Como aún Lorenzo Argañin no pudo observar las grabaciones de las cámaras de seguridad, no se atrevió a señalar quién pudo haber sido el autor del ilícito.
“No sospecho de nadie. En estos casos, puede ser cualquiera: alguien que sepa cómo usarlas o bien alguien que simplemente sepa que son muy costosas”, refirió.
Más allá del robo de las herramientas, ahora también deberá afrontar el costo del arreglo del vidrio, aunque reveló el titular de la ferretería que cuenta con seguro.
Por otra parte, si bien no hay sospechas de quién -o quiénes- pudo haber cometido el robo, sí saben cómo lo hizo, ya que quedaron pruebas más que claras.
En primer lugar, utilizaron una baldosa suelta del suelo para romper el vidrio. No obstante, si bien causó daño, no logró hacer un agujero de gran tamaño.
Por ello, tomaron una piedra más grande y la arrojaron contra la vidriera, mientras con un fierro continuaban rompiendo el acrílico.
Una vez roto el cristal, comenzaron a sustraer los diferentes artículos. No obstante, en la prisa se cortaron y dejaron rastros de sangre en el vidrio, en el exhibidor y en la vereda.
Gracias a la herida que sufrió al menos un malviviente, se pudo establecer que se dio a la fuga por la calle San Martín hacia Yrigoyen, ya que las gotas llegaban hasta la cerrajería que está ubicada a unos metros.