“Supuestamente eran entradas que por derecha AFA da a River”

En la red social Instagram, Matías Lauge, otro de los damnificados por las entradas truchas para ver la fiesta de la selección argentina, contó que viajó con su papá, su hermano, su compañera, sus hijos y su sobrino, “con toda la ilusión de ver al campeón mundial. La fiesta y la alegría eran totales”.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn su descargo, relató que “días atrás nos enteramos que había entradas y viaje incluido, carísimas, pero la emoción que significaría para nuestros hijoos ver en la cancha a los mejores del mundo, lo valía. Confirmamos el viaje. Supuestamente, entradas que por derecha AFA da a River y luego a las filiales del interior para que crezcan, se financien, etc. La de Tandil es encabezada Marcos Carrillo”.
Lauge agregó que “salimos en cuatro micros, todas familias. En viaje ya se palpitaba un gran día y de mucha emoción. Esa que te llena y estruja el corazón de amor al ver llorar a tus hijos de felicidad por esta selección”.
La emoción se desdibujó horas después, cuando “ya en el Monumental, listos para entrar, vemos gente de nuestros micros desesperada, parecía que las entradas eran falsas. Hablamos con seguridad y policías, impecable su accionar, empáticos y consejeros. Nos mostraron entradas verdaderas y automáticamente nos dimos cuenta de que habíamos sido estafados” y adjuntó una foto de entradas mellizas.

Y señaló que “Carrillo nos enviaba audios diciendo que insistamos, que íbamos a poder entrar. Volvemos a intentar y al llegar al molinete, las entradas no funcionan”.
En ese instante, “la alegría se transformó en profunda tristeza al ver tantos hijos llorar sin consuelo, porque no podrían ver a su selección, a la de Messi, a la del Dibu. Todavía se me llenan los ojos de lágrimas cuando recuerdo el llanto de mi Joaco agarrado al molinete”.
Matías Lauge contó que “decidimos retroceder porque el ambiente se ponía cada vez peor. Carrillo nunca apareció y comenzamos organizar la vuelta. Pusimos un punto de encuentro, y gracias al esfuerzo de muchos, a la solidaridad y a que cuando las papas queman las buenas personas actúan, logramos juntarnos todos los pasajeros con los micros para volver”.
Por último, expresó que “con profunda amargura salimos para Tandil. Lloramos varias veces en el viaje, con impotencia, con odio, pero por sobre todas las cosas por la tristeza de nuestros niños y niñas. Carrillo será uno más en la mafia del fútbol, pero te digo: ¡Con la ilusión de nuestros hijos e hijas, no!”.